Eran dos grandes amigos que entre copa y copa empezaban a
delirar, ese día ambos sufrían por amor, no sabían dónde dejarlo ya que en el
corazón de la mujer amada era imposible, entre risa y risa hubo un serio
momento en el que Mario le pregunta a Javier
- ¿Dónde dejamos al amor?
-En algún que otro tocador
-No el amor aquí pasara penas
-Entonces dejémoslo en algunas piernas
-No el amor aquí nada valdrá
-En alguna oficina el mejor lugar será
-No aquí hasta precio le van a dar
-Mejor en algún triste bar
-No del miedo este morirá en soledad
-Lo dejamos bajo la tempestad
-No ahí Frio va a padecer
-Entonces en el hermoso amanecer
-No El sol siego lo ha de dejar...
Y luego de horas y horas preguntándose ¿dónde dejar el
amor? Y ya desesperados por no encontrarle
un buen lugar el señor que atendía la barra les dijo: - El amor se deja a la
izquierda de un gran escenario, en donde el corazón habita, sé que es en una
mujer entonces ¿para qué buscarle lugar? Si ustedes mismos saben en donde el
amor ha de morar.
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