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Destino, Amor y Verona.

Destino, Amor y Verona.
El mes pasado, viaje a Verona con mi mejor amiga Natasha, fue un viaje por diversión, queríamos liberarnos de todo el estrés que nos genera el trabajo, nosotras trabajamos en una empresa de moda muy reconocida "La Mode", tenemos una jefa muy exigente, no nos queda más de otra que aguantarnos porque en realidad aparte que necesitamos el trabajo, es muy bonito ser parte de una gran industria de la moda, que los diseños, que los colores, las texturas, los hilos, las modelos, son un sin fin de cosas. 
Natasha y yo estuvimos planeando este viaje por mucho tiempo, hasta que finalmente el día llegó.
Como todos sabemos Verona es la ciudad del amor, yo soy escritora, bueno solo escribo para mí misma, mi sueño es llegar a ser una escritora muy reconocida, la moda me gusta y todo, pero las letras me apasionan, entonces fui a Verona con la esperanza de encontrar una historia maravillosa, la cual yo pueda desarrollar, escribirla a destalles. Pero mi gran sorpresa fue que la protagonista de esa historia de amor que tanto anhelaba encontrar fui yo.

Estuvimos en Verona por una semana, era 16 de Marzo cuando llegamos, estuvimos en un hotel hermosisimo, conocimos varios lugares, comimos, hicimos algunas compras, fuimos a las bibliotecas en fin hicimos muchas cosas. Pero el día 17 osea el segundo día, salí a comprar unas cosas yo sola porque Natasha estaba muy cansada de tanto caminar, así que entre al super o al supermecato como le dicen allá, compre unas galletas, helado, golosinas y otras cosas más, pues habíamos decidido con Natasha quedarnos en el hotel viendo películas, porque ya habíamos caminado todo el día. Tomé todo lo que necesitaba, pagué y salí. Al salir encontré una tienda de libros viejos, me dio curiosidad así que entré, era una maravilla estar ahí, habían tantos libros, viejos y todo pero con historias buenísimas, estaban tan entretenida leyendo las sinopsis de algunos libros que no me percaté que alguien estaba a mi par, caminé un poco y tope con el hombre más guapo de todos, quizá no sea así pero yo quedé totalmente sorprendida, lo lastimé un poco con los libros que llevaba en las manos.
-Oye perdón, no me dí cuenta que estabas aquí, estaba muy entretenida leyendo, lo siento. Le dije muy apenada.
-No te preocupes, esta bien, Santiago, mucho gusto, me dijo dándome la mano.
-Sara, el gusto es mío, que bueno que hablas español. le dije devolviendole el saludo.
-Tu no eres de por acá ¿Cierto?.
-No solo estoy de vacaciones con mi mejor amiga, soy de California, le dije.
-Vienes de muy lejos, ¿Porqué viniste hasta acá?.
-Pues porque ya sabes es la ciudad del amor, soy escritora, y vengo buscando historias que me inspiren a escribir.
-Ahora entiendo porque estabas tan distraída con esos libros en la mano.
-Si, en verdad lo siento.
-No no te preocupes ya pasó, si quieres puedo acompañarte al lugar en donde te estás hospedando.
-Claro, gracias, solo déjame pagar estos libros.
-No como crees, yo los pago, tómalo como una bienvenida a mi linda Verona. 

Pagó los libros, y me acompañó hasta el hotel, platicamos de muchas cosas en el camino, Santiago tiene 27 años, es tres años mayor que yo. es Médico, le apasiona la música y el arte, aparte que es alto, de tez blanca, tiene unos hermosos ojos café, su cabello es castaño oscuro, su acento de italiano es tan hermoso, es delgado y tiene unos labios carnosos, muy apetecibles. Llegamos al hotel.
-Acá me estoy hospedando con mi mejor amiga, gracias por tu compañía y por los libros.
-No tienes nada que agradecer, oye quisiera verte de nuevo, ¿Te parece si paso por ti mañana a las 9:00 am? quiero llevarte a un lugar hermoso que seguro te inspirará.
-Si, me parece muy bien, te espero entonces, hasta mañana Santiago.
-Hasta mañana Sara.

Entre al hotel, ni se imaginan como, estaba encantada, sorprendida, confundida, pero estaba feliz, subí a mi habitación y se lo conté todo a Natasha.

Al día siguiente me levante temprano, me duché, me puse un vestido muy casual, zapatos bajos, me arregle el cabello, preferí dejarlo suelto, que mis rizos fueran libres ese día, me maquillé un poco y luego desayuné.
A las 9:00 am en punto me avisaron desde la recepción que alguien me estaba esperando en el lobby.
Cuando bajé ahí estaba él, muy bien vestido, con ese cabello bien peinado, todo él era perfección.
-Ciao Sara, estas muy guapa.
-Ciao Santiago, gracias tu también.
-¿Nos vamos? me dijo dándome la mano.
Lo tomé de la mano, -Si vamos; le contesté.

Me llevó al puente de Castelvecchio, es un lugar maravilloso, hermosísimo, estuvimos dando vueltas, platicando acerca de nosotros, hasta que llegó la hora de almuerzo, así que fuimos a comer, me llevo a un restaurante muy elegante, comimos, platicamos aun más y regresamos al puente, él me contó acerca de su música, nunca ha tocado para nadie más, yo le dije que quería verlo tocar, se acercó mucho mas de lo que estaba y me dijo:
-Sara, me pareces una mujer muy bella, amorosa y con un carisma increíble, sé que solo estas de paso, sé que vives muy lejos de acá, pero quiero conocerte mejor, ¿Tú crees en el amor a primera vista? porque yo sí, tu eres una persona muy romántica y sé que me entenderás, quizá no sea amor, pero quiero ver que pasa, te lo pido de corazón.
Me quedé totalmente inmóvil, sin palabras, solo lo veía a los ojos, y esos hermosos ojos café no mentían, yo lo sentía.
-Sabes Santiago, tu también me pareces una persona increíble, llena de amor, noble y amorosa, sin contar que eres muy guapo, si me gustaría que nos tomáramos esa oportunidad de conocernos, si, vivimos muy lejos pero nada es imposible, y sí, si creo en el amor  primera vista.
Santiago me sonrió, su sonrisa era tan perfecta, me dio una abrazo tan lindo y tan cálido y nos dirigimos al hotel.
-Gracias por este día tan hermoso, me la pase muy bien contigo.
-No me lo agradezcas Sara, pasar tiempo contigo es maravilloso.
-Bueno tengo que entrar, ya dejé abandonada a Natasha mucho tiempo.
-Si esta bien entra. Santiago se acercó, yo lo iba a despedir con un beso en la mejilla pero Santiago se volteó, en ese momento todo se nublo, recuerdo los labios de Santiago rozando los míos y todo se volvió oscuro, no recuerdo más.

Continuara... 

Sueños de Escritora.

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