TALVEZ
Volví al atardecer, cansado al nido
En aquel abedul, junto a la noria
donde tú eras mi amor, toda mi gloria
mas tras del arrebol, te habías ido.
Jamás pude encontrar tu amor perdido,
ni quise comprobar ninguna historia,
lo triste es que te llevo en la memoria
porque tregua a mi pena no he tenido.
Mas busco entre diversos corazones
saber si por acaso tu inocencia
fue presa de vagabundas ilusiones,
Y muy triste, talvez sin mi presencia
bebiste entre mil copas tentaciones
y heriste para siempre mi existencia
Quetzaltenango, Guatemala
25 de marzo de 2009
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