¡Hola Amigos!
Gracias por visitar La Nueva Palestra. Sean Bienvenidos a un universo de
literatura, academia, arte, opinión y amistad.
¿Por qué surge
La Nueva Palestra? He tratado para este Editorial de determinar qué es lo que
hace surgir esta idea, pero no he logrado determinar una causa o inspiración
única. Sucede que hasta hace un tiempo concentré varias energías en un Sueño
que aún me inspira, en un proyecto, en una noble causa, pero habiendo hecho todo
lo que de mí dependía, se tornó temporal e indefinidamente imposible el 3 de
marzo de este año. Esto me libera y me permite poder encauzar ese caudal de
energías en una nueva dirección. En este contexto, viendo videos en YouTube,
encontré a un personaje llamado Javier Muñiz, quien es un bloguero tecnológico,
que además de ser un apasionado por la tecnología, también lo es de la
redacción, tanto que ha publicado ya una novela; y ahí él motivaba a las
personas a seguir su propia pasión, la cual podría iniciar a seguirse aun sin
recursos económicos y lograr el éxito, y lo decía con solvencia, pues él
escribiendo en su blog “Seetio”, llegó a tener más de 10,000 visitas diarias.
Así como Javier que había hecho una novela, yo también escribía una, y contaba
él que su novela “La chica del zapato azul”, él la había empezado a anunciar
como seis meses antes en su blog, aún cuando ni siquiera la tenía finalizada.
Recordaba yo además que desde más joven, quizá desde secundaria, había querido
yo redactar y editar una revista, incluso a un nivel familiar, de hecho escribí
bastantes documentos y pequeños libros, que impresos y con una portada en un
folder los compartía con algunas personas específicas; mi mamá y mi papá me
apoyaban, pero no podía hacerlo a gran escala, pues además de ser dinero de
ellos, no era algo rentable. Posteriormente sobrevino una crisis económica a mi
familia, y tuve que concentrarme en la fase final de los estudios universitarios,
teniendo que concentrar gran esfuerzo para graduarme, y al pasar de los años
parecía que aquella inspiración se había esfumado. Pero no era así, había un
espacio donde aún compartía mis ideas y en donde de vez en cuando escribía
algún artículo, comentario, algún poema o relato, ese espacio era Facebook.
Pero aunque Facebook es un espacio adecuado para compartir este tipo de
publicaciones de forma que se llega a un público numeroso, el perfil es en
realidad un espacio más privado o personal, tanto las páginas como los perfiles
no permiten organizar la información de manera adecuada a un fin como éste, y
las publicaciones de este tipo se pierden entre tantas de otro tipo. Facebook
se convierte también en una plataforma en la que se pierde mucho tiempo, y eso
me ha llevado a cerrarlo temporalmente en más de una ocasión, incluso pocos
días antes de que iniciara este proyecto, hasta que descubrí que Facebook, si
bien no era la plataforma para construir este proyecto, sí era una herramienta
útil para compartirlo, y usarlo así de forma más idónea tanto para mí como para
mis amigos al compartirles contenido de calidad. A este punto tenía la idea de
iniciar un blog personal, pero no sabía cómo llamarle… ¿acaso con mi nombre?,
¿acaso con un seudónimo? Pero de pronto tuve la idea de en algún momento poder
incluir a más personas, y en este caso no podía ya ser un blog “personal”,
tenía que ser un blog institucional. ¿Pero y si nadie me quisiese acompañar en
el proyecto y fuese solo mío, o si algunos iniciaran y después se marcharan?,
me iba a quedar yo solo con un blog institucional. Eso me hizo recordar que no
soy el primero que ha tenido esta idea y este problema. Hace muchos años, mi
abuelito, el profesor Florencio Mendoza Granados, inició junto a otros maestros
e intelectuales de San Antonio Huista, Huhuetenango, un periódico llamado “La
Palestra”, un espacio donde se publicaban artículos de opinión, cultura y literatura.
“La Palestra” tiene también un antecedente, un periódico llamado “Huistok”, que
inició mi abuelito cerca del año 1956, a un tiempo de haber iniciado su trabajo
como maestro en 1955. Este periódico estuvo en circulación probablemente hasta cerca
de 1975. Fue el 10 de mayo de 1978 que “La Palestra” heredó el legado de “Huistok”
e inició a circular su primer número. Reproducida mediante mimeógrafo manual, inició
como un periódico en el que bajo la dirección de mi abuelito, los profesores y
algunos contribuyentes externos publicaban sus escritos, aunque era él quien
siempre escribía, mientras que las demás contribuciones eran esporádicas. El
periódico “La Palestra” cierra su primera época el 10 de mayo de 1981,
suspendiendo su publicación a causa de la guerra que asolaba, más por
prevención, pues las relaciones de mi abuelito fueron siempre cordiales con
todas las formas de pensar y por ello ha tenido siempre el aprecio de su pueblo y
de la comunidad Huista, de hecho, durante esa época fue enviado siempre un
ejemplar al Ministerio de Educación, la Dirección Departamental de Educación, Gobernación,
las Municipalidades de San Antonio Huista, Santa Ana Huista, Jacaltenango y
Nentón, así como a otras entidades. No obstante, el 10 de mayo de 1985 “La
Palestra” vuelve a ver la luz e inicia su segunda época, reanudada por su
director, editor y autor Florencio Mendoza Granados, continuando la publicación
hasta tiempos recientes, hasta el año 2003 en que dejó de publicarse por medio
impreso, mismo año a partir del cual mi abuelito iniciaría a escribir artículos
para que fuesen leídos y publicados por la radio de San Antonio Huista. Soy yo
heredero entonces de este linaje de escritor, periodista y literato, y lo que
quiero hacer es algo muy similar a aquello, un espacio donde compartir mis
escritos de literatura, de opinión o de academia, esta vez por medio del
internet, un espacio donde puede que participen más personas o puede que yo
solo lo impulse, un espacio donde los lectores puedan sentirse cercanos al
autor. Es así como encuentro el nombre que quiero dar a este espacio: “La Nueva
Palestra”.
He llamado a mi
abuelito para contarle mi idea, y él se ha entusiasmado mucho, me ha autorizado
bautizar este proyecto con el nombre de “La Nueva Palestra”, nombre que pongo
en honor a él y al periódico “La Palestra”, podemos decir que “La Nueva
Palestra” es su continuación, es su heredera como yo soy heredero del ingenio
de mi Abuelito Lenchito, y es además nieta del “Huistok”, como yo soy nieto de
Don Florencio Mendoza Granados. Mi abuelito me ha autorizado además el volver a
publicar sus artículos de “La Palestra”, así como algunos escritos compendiados
en distintos libros que él ha escrito, escritos que tengo yo ya en mi
biblioteca y que iré publicando a mi discreción con la autorización que él me
ha dado, pero además él me ha dicho que me enviará algunos otros compendios de
artículos para que yo los incluya en este medio. Me ha dicho que estará pendiente
de mis publicaciones, por ello aprovecho este espacio para agradecerle y
decirle que son siempre bienvenidas sus críticas, comentarios y sugerencias.
Es un honor para
mí tener desde su inicio artículos escritos de puño y letra del autor, editor y
director de “La Palestra”, que dan mayor realce al lanzamiento de este nuevo
proyecto, así como mayor respaldo y autoridad al nombre de “La Nueva Palestra”.
He seleccionado dos artículos para este primer día: “Démosle gracias a Dios”,
tomado de “La Palestra” y de su libro “Lo cierto es que tengo mis dudas…”, y el
de “El Profe y La Seño”, tomado del libro del mismo nombre. Un agradecimiento sincero
a mi abuelito Florencio Mendoza Granados.
Además les
cuento, amables lectores, que he invitado a alguna que otra persona a
contribuir a este proyecto, y una de estas personas es un intelectual al que
admiro, quien además de ser una persona con un acervo cultural enorme, es una
persona ejemplar y luchadora que jamás se rinde ante las adversidades del
destino, y cuyo consejo es siempre acertado y bienvenido. Esta persona es
conocedora de muchas ramas del saber humano, y esperamos que acepte publicar
algunos artículos de diverso tipo por este medio, pero lo que sí se ha aventurado a publicar
son sus “sonetos”, y estoy hablando de alguien que ha publicado en la “Revista
D”, en Prensa Libre, estoy hablando de “César de Médicis”, como le gusta ser
conocido. Pueden encontrar sus hermosos poemas en la “Revista D” del 5 de agosto
de 2007 en la página D7, y en la “Revista
D” del 29 de junio de 2008 en la página D7 también. Esta persona no me ha
respondido todavía, pero la motivamos a que comparta con nosotros su talento
sin parangón en este maravilloso medio, sería un honor el poder publicarlo.
Les comento
también que intenté usar diversas plataformas como Webnode, Blogger y WordPress,
la mayoría de información que leí aconsejaba WordPress, porque se puede migrar
después a una página de mayor tipo, pero al final después de probar durante
algunos días y de evaluar la posibilidad de utilizar las tres plataformas,
decidí quedarme solo con Blogger al ser la plataforma que tenía la estructura y
las funcionalidades que más me parecían apropiadas, además de que era la más
fácil de usar. Sin embargo, si alguno de los lectores conoce de esto, son
bienvenidos los comentarios, las sugerencias y las ayudas en este tema.
Por último, les
comento que trataré de ser periódico en cierto tipo de publicaciones que no son
de coyuntura, y que para hacer más interesante estas publicaciones utilizaré cinco
tipos de firma, con seudónimos según el tipo de escrito que publique, dando así
una identidad distinta a cada faceta de mi creatividad escritora. Ya los iránconociendo.
No me queda más
que agradecerles, amables lectores, por acompañarme en el inicio de esta
aventura y de este proyecto, e invitarles a seguir leyendo, a comentar y a
compartir este contenido, pues es para ustedes que se redacta con esmero y
entrega.
Director
Editorial
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