Decidí hacer un viaje repentino que por cierto de imprevisto
no tenía nada ya que había sido planificado años antes, me atrevería a decir
siglos antes ¡que mentira! Dirás pero para mí un siglo se remite a un conjunto
de 104 semanas y digo conjunto porque están dentro de un calendario dividido en
dos, el caso es que mi viaje se suponía rápido pero ha hecho escala en tu
corazón he encontrado migajas de amor y un vaso de agua que por cierto por el
hambre y sed que tenía ya no existen, ambas cosas me han alimentado estos meses
si te sirve de consuelo me he llevado muchos recuerdos, no tantos como
quisiera, estuve tan poco tiempo, sabía
que era escala pero me enamore tanto que por mi ahí pude haber concluido mi
viaje, suerte la mía que algunos recuerdos trajeron a mi mente mis cosas
favoritas el café mañanero, tu sonrisa tan radiante, tus ojos que anuncian
esperanza y en fin! Miles de recuerdos más, ya estoy llegando a mi destino, y mis
pies tocan la arena, y mi cuerpo bronceado me ha recordado que he estado
durmiendo quizás sea ese sol que provoco la escala en tu corazón, pero tu no le
hagas caso él miente, realmente tuve una escala en tu corazón pero desperté en
un mes cualquiera en una playa que admite un sueño en el que estaba viajando, y
aunque no sea real y tu tampoco lo cierto es que hice escala en tu corazón.
Recuerdo el día como si hubiera sido ayer, ese día en el que nos enteramos de tu llegada, fue una oleada de ilusiones, preocupaciones e incertidumbre pero sobre todo de amor, un pequeño pedacito de los dos y del gran amor que sentimos crecía dentro de mi. Desde el primer momento todos te esperábamos con tanta ilusión, eras tan deseado mi pedacito de cielo, tus abuelos se enojaron un poco, pero fue más fuerte el amor que sentían ya por ti que nada más importó. Toda tu familia se sentía muy emocionada por tu existencia. Recuerdo la primer ecografía, nos asustamos un poco porque no te encontrábamos, la doctora indicó que todo estaba bien, que regresáramos en 2 semanas y claro ahí estabas tú, una pequeña bolita en este mundo tan grande, pero con tantas ganas de vivir. Eras muy inquieto y muy hambriento por supuesto, al parecer tu fruta favorita era la mandarina y vaya tiempo en el que decidiste eso, pues era el mes de mayo, ¡imagínate! ¡Las mandarinas no se dan hasta en el mes d...
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