MI ENCUENTRO CON ÁLVARO ARZÚ Y RÍOS MONTT
(ARTE INSURRECTO)
I. Introducción. II. Mi encuentro con Álvaro Arzú. III. Mi encuentro con Ríos Montt. IV. Prejuicio Ideológico. V. Sobre la muerte y el respeto. VI. Cierre.
I. Introducción
Las páginas de los diarios guatemaltecos se han vestido de luto dos veces en el mismo mes, en ocasión del fallecimiento de dos de los mandatarios que llevaron las riendas del Estado guatemalteco y no poco impacto causaron en sus partidarios y detractores.
1 y 27 de abril de 2018 son las fechas en que José Efraín Ríos Montt y Álvaro Arzú Irigoyen, de Huehuetenango y Guatemala, a las edades de 91 y 72 años, murieron respectivamente. Y es el caso que a ambos he tenido la oportunidad de conocerlos, y no, no ha venido Virgilio para llevarme a recorrer el infierno o el purgatorio; y no, tampoco ha venido Beatriz a llevarme a conocer el cielo; tuve la oportunidad de estar frente a ellos en vida, así que quiero compartirles mi experiencia desde el mayor respeto, cordialidad y tolerancia ideológica.
II. Mi Encuentro con Álvaro Arzú
Y ahora, a más de una década de mi encuentro con él, independientemente de que no simpaticé con su política económica como gobernante, considero que ha sido uno de los mejores presidentes de la época reciente, admirable incluso del lado contrario, quiero decir, aún teniéndole como rival, sería un digno rival; su personalidad y carácter sin duda superaba la media del resto de integrantes de la cúpula económica, incluso de Berger, ¿quién de los empresarios actuales de la alta cúpula económica serán recordados a la posteridad?, más aún, ¿quien siquiera conoce algo más que los apellidos de las familias que dominan Guatemala?, pero Arzú sin duda hizo historia y será recordado incluso por las generaciones venideras, y aún hoy a sus avanzados años tenía un gran poder que desde la Alcaldía dominaba el Legislativo y Ejecutivo haciendo tambalear a la CICIG aunque ésta estuviese respaldada por la ONU, es algo con lo que se puede o no estar de acuerdo, pero sin duda es algo impresionante.
El caso con José Efraín Ríos Montt sucedió ya en años más recientes. En uno de los cursos de Ciencias Jurídicas, organizamos un viaje a la ciudad capital para conocer el Palacio Nacional, La Corte Suprema de Justicia, la Corte de Constitucionalidad y el Congreso de la República. Fue en este último que al llegar nos recibieron los guías que nos orientaron a través de los pasillos del congreso, y que al llegar a un salón nos avisaron que habían unos diputados que querían hablar con nosotros. El primero en llegar al lugar donde estábamos fue el diputado Armando Paniagua de Quetzaltenango, que al saber que veníamos desde ésta ciudad quiso dirigirnos algunas palabraso. Sin embargo, después de haberse retirado el diputado del patriota, fue el ingreso de aquel personaje, el que más impactó a la audiencia.
El diputado del FRG, José Efraín Ríos Montt, en el último periodo que estaría en el congreso, llegó y se paró frente a nosotros, y empezó a hablar. Para aquella época yo ya había formado algunas de mis ideas políticas, que no me fueron inculcadas sino elegidas, y para mí era algo así como tener a un rival al frente, pero el sentimiento era más parecido a que él debía ser mi rival más que a que lo fuera en realidad o a que yo quisiese que lo fuera. Él inició su discurso hablando algo acerca de que al enterarse de que éramos estudiantes universitarios él había querido hablar con nosotros porque era importante el mensaje que nos quería dar; y su discurso giró en torno a un intento de persuasión moralizante para que fuéramos mejores guatemaltecos.
Recuerdo que dijo que nosotros no debíamos decir: "nosotros somos Guatemala", porque al decir eso dispersábamos nuestra responsabilidad, pasábamos nuestra responsabilidad a otros, que esos otros debían de cambiar y mejorar Guatemala, y nosotros evadíamos esa responsabilidad. Dijo que lo que debíamos decir era: "yo soy Guatemala", porque eso nos responsabilizaba directamente, si Guatemala estaba mal, era porque yo no había hecho nada, yo era el responsable de cambiar Guatemala, no los otros. Considero que su discurso coherente y correcto. No obstante debo reconocer que su personalidad era extraña, parecía un poco loco, pero inteligente, daba miedo porque a veces elevaba mucho su voz en su discurso, casi gritando, hacía una pausa y de pronto reanudaba su discurso con un grito.
Al finalizar su discurso, nos empezamos a retirar. Algunos de mis compañeros, pocos en verdad, se acercaron a saludarle, incluso algunos se tomaron alguna fotografía con él. Yo dudé en irle a saludar, pues quiera que no era como estar frente a un pedazo de la historia, y lo que me detuvo no fue el que no quisiera saludarle, sino el miedo al qué dirán, el temor a ser juzgado por mis compañeros que sabían que yo tenía ideas de izquierda, socialistas, más específicamente fidelistas, aun yo sabiendo que aquello no impide que dos seres humanos estrechen las manos, pero eso las personas no lo entienden, y supongo que en aquella época todavía me importaba lo que pensaban los demás, así que no le saludé.
A varios años ya de aquel encuentro, debo decir que Ríos Montt era una persona fuerte e inteligente, considero que era un militar destacado por su personalidad, por mencionar un caso, Otto Pérez a quien también escuché hablar, no impacta tanto como impactaba Ríos Montt. La traición que hizo a su partido y sus electores al aceptar, habiendo ganado las elecciones, el triunfo del otro candidato a cambio de un cargo público, las masacres y el genocidio realizados durante su gobierno, y la política dura que llevó a cabo, puede que haga de él una persona cruel, indolente y/o traicionera, pero eso no evita que se pueda admirar sin embargo su inteligencia, carisma y poderío; y que sin duda, estando del lado contrario, sería un rival digno de enfrentar; y me alegra el haber podido conocerlo teniendo ya las ideas que yo tenía, porque el estar frente a alguien destacado que piensa diferente a uno le hace a uno aprender y además liberarse de algunos prejuicios.
Lo siguiente es un análisis adicional que hago sobre quienes esperaban otro tipo de comentario de mi parte.
IV. Prejuicio Ideológico
Muchas personas tienden a ver el mundo en blanco y negro, no puede existir un punto medio como el gris, o una combinación de rayas o cuadros blancos y negros, y eso por no decir que existen otros colores diferentes. Muchas personas creen que porque yo sea simpatizante de un sistema económico socialista y de Fidel debo estar de parte de todos los gobiernos, políticos y personas que se autodenominen socialistas en el mundo, y en contra de los que se identifiquen como contrarios. Eso sería tanto como olvidar la amistad de Fidel Castro con Michel de Pierre, o más aún, cuando Jaime Baily que tantos oprobios ha dicho contra la revolución cubana conversó respetuosamente con Silvio Rodríguez. En mi caso debo de aclarar que nunca he sido partidario de Álvaro Arzú y Ríos Montt, probablemente no habría votado por ellos para la presidencia, quizá por Arzú sí para la Alcaldía, pero estos hechos no tienen por qué hacerme odiarlos ni evitar que pueda aprender de ellos; solo un idiota elige insultar a un funcionario público (como lo sucedido a Jimmy), mostrando mayor bajeza moral y humana, agrediendo a quien le extiende la mano para saludarle y cerrándose a aprender de alguien con quien no simpatiza. Pero hay gente de pocas neuronas o mente muy cerrada..., lo que me hace recordar el siguiente anécdota:
V. Sobre la Muerte y el Respeto
La muerte es un hecho natural, sin embargo para aquellos seres humanos que pierden a alguien querido es un hecho que trasciende al plano sentimental. Por ello considero que aunque puede bromearse sobre una muerte reciente sin que sea malo ver con humor un hecho más de la vida(como bromeé yo citando la Divina Comedia al principio de este artículo), hay un límite que no se debiera rebasar para no llegar a ser ofensivo y sobre todo porque se puede herir a otras personas.
En 2016, cuando falleciera el Comandante Fidel Castro, yo honré su memoria en mis perfiles de redes sociales con algunos mensajes en su honor y vistiéndolos de luto. La mayoría de mis amigos cercanos no son especialmente políticos, algunos son de izquierda, pero sin duda mis amigos más de derecha son los que han estudiado en la Marroquín, hecho curioso, en contraste con la Landívar, que probablemente por la tradición jesuita (que tanto nutrió la teología de la liberación) tienden a ser más abiertos a otras formas de pensar. Pues resulta que un niño de 18 añitos que es de aquí de Xela y es cantante de ópera y nos conocimos por los conciertos de Italia, se enojó conmigo por rendir homenaje a Fidel, y me quitó de sus amigos, pero antes de hacerlo me puso caritas de enojado en todas las publicaciones que había hecho, como para que me diera cuenta que me quitaba de sus amigos, y yo al darme cuenta, me causó mucha gracia sus lloriqueos sin sentido, y lamenté que existieran personas como él, a quien la vida privilegió con tanto talento en la voz pero a un costo tan alto de carencia de materia gris.
Pero el caso es que aparte de él tenía yo otras dos amigas que también estudiaban en la Marroquín, una ciencia política, otra ciencias jurídicas; y ambas se expresaron por la muerte de Fidel, haciendo chiste sobre la misma. Yo no lo consideré adecuado por las razones que ya he expresado, que se puede ofender o herir a alguien; a mí no me causó gracia esta actitud a diferencia del caso del niñato anterior, pero tampoco me molestó, y a ellas no les molestó que yo lo homenajeara, yo no me metí a alegar en sus publicaciones y ellas no se metieron a alegar en las mías, respetamos nuestra mutua libre expresión, y después de dos años seguimos siendo amigos y nos saludamos fraternalmente cada navidad y cumpleaños y creo que sentimos mutuo aprecio por la otra persona; esa es la actitud de personas sensatas que razonan y respetan a quien piensa diferente tienen, ¿no creen?
Mas hay un tercer caso todavía más asombroso, pues tengo otro amigo egresado de la Marroquín quien también quiso expresar su voz respecto a la muerte de Fidel, pero para mi asombro sus palabras fueron positivas y con admiración. Este amigo es un personaje público acá en Xela, pues ha tenido cierta proyección social, y sin duda tiene una ideología de derecha, como esperaría uno de alguien egresado de la Marroquín, ha criticado fuertemente en sus opiniones a Venezuela, la URNG o a la USAC, y sin embargo considero que tiene un criterio amplio y un pensamiento abierto; no sé si tenga algo que ver nuestra formación jesuita, pues ambos estudiamos secundaria en la Escuela Experimental y de Aplicación Dr. Rodolfo Robles, y los jesuitas han sido famosos a través de la historia por enseñar a pensar, por algo múltiples gobiernos los han expulsado a lo largo de la historia. Recuerdo que este amigo escribía que no sabía si Fidel había sido "bueno o malo", pero que era admirable lo que había hecho en Cuba, y como se había embarcado en el Granma y había triunfado en las condiciones y de la manera en que lo hizo, decía que se podía aprender de su esfuerzo e inteligencia, y criticaba a la gente que creía resolver los problemas publicando sus opiniones en facebook, diciendo que cuando tuvieran las agallas de hacer lo que él había hecho por seguir sus ideales, lo criticaran. Como era de esperarse su comentario recibió críticas, una de las más fuertes creo que fue de uno de sus profesores, que en algún momento comparó el gobierno de Fidel Castro con el de Hitler, y él le respondió que ambos estaban en un distinto plano moral y explicó algunas cosas más, y luego le hizo ver que dentro de la categoría de dictador se podía incluir a Pinochet, a quien este profesor al parecer admiraba, y cómo era que el odio ideológico por el solo hecho de Fidel ser socialista le hacía infravalorar su heroísmo y demonizarlo sin razón. Es un parafraseo, pero mientras escribo esto busqué el post y dejo aquí el enlace. Lo que expresó él en este comentario me parece admirable.
La muerte es un hecho natural, sin embargo para aquellos seres humanos que pierden a alguien querido es un hecho que trasciende al plano sentimental. Por ello considero que aunque puede bromearse sobre una muerte reciente sin que sea malo ver con humor un hecho más de la vida(como bromeé yo citando la Divina Comedia al principio de este artículo), hay un límite que no se debiera rebasar para no llegar a ser ofensivo y sobre todo porque se puede herir a otras personas.
En 2016, cuando falleciera el Comandante Fidel Castro, yo honré su memoria en mis perfiles de redes sociales con algunos mensajes en su honor y vistiéndolos de luto. La mayoría de mis amigos cercanos no son especialmente políticos, algunos son de izquierda, pero sin duda mis amigos más de derecha son los que han estudiado en la Marroquín, hecho curioso, en contraste con la Landívar, que probablemente por la tradición jesuita (que tanto nutrió la teología de la liberación) tienden a ser más abiertos a otras formas de pensar. Pues resulta que un niño de 18 añitos que es de aquí de Xela y es cantante de ópera y nos conocimos por los conciertos de Italia, se enojó conmigo por rendir homenaje a Fidel, y me quitó de sus amigos, pero antes de hacerlo me puso caritas de enojado en todas las publicaciones que había hecho, como para que me diera cuenta que me quitaba de sus amigos, y yo al darme cuenta, me causó mucha gracia sus lloriqueos sin sentido, y lamenté que existieran personas como él, a quien la vida privilegió con tanto talento en la voz pero a un costo tan alto de carencia de materia gris.
Pero el caso es que aparte de él tenía yo otras dos amigas que también estudiaban en la Marroquín, una ciencia política, otra ciencias jurídicas; y ambas se expresaron por la muerte de Fidel, haciendo chiste sobre la misma. Yo no lo consideré adecuado por las razones que ya he expresado, que se puede ofender o herir a alguien; a mí no me causó gracia esta actitud a diferencia del caso del niñato anterior, pero tampoco me molestó, y a ellas no les molestó que yo lo homenajeara, yo no me metí a alegar en sus publicaciones y ellas no se metieron a alegar en las mías, respetamos nuestra mutua libre expresión, y después de dos años seguimos siendo amigos y nos saludamos fraternalmente cada navidad y cumpleaños y creo que sentimos mutuo aprecio por la otra persona; esa es la actitud de personas sensatas que razonan y respetan a quien piensa diferente tienen, ¿no creen?
Mas hay un tercer caso todavía más asombroso, pues tengo otro amigo egresado de la Marroquín quien también quiso expresar su voz respecto a la muerte de Fidel, pero para mi asombro sus palabras fueron positivas y con admiración. Este amigo es un personaje público acá en Xela, pues ha tenido cierta proyección social, y sin duda tiene una ideología de derecha, como esperaría uno de alguien egresado de la Marroquín, ha criticado fuertemente en sus opiniones a Venezuela, la URNG o a la USAC, y sin embargo considero que tiene un criterio amplio y un pensamiento abierto; no sé si tenga algo que ver nuestra formación jesuita, pues ambos estudiamos secundaria en la Escuela Experimental y de Aplicación Dr. Rodolfo Robles, y los jesuitas han sido famosos a través de la historia por enseñar a pensar, por algo múltiples gobiernos los han expulsado a lo largo de la historia. Recuerdo que este amigo escribía que no sabía si Fidel había sido "bueno o malo", pero que era admirable lo que había hecho en Cuba, y como se había embarcado en el Granma y había triunfado en las condiciones y de la manera en que lo hizo, decía que se podía aprender de su esfuerzo e inteligencia, y criticaba a la gente que creía resolver los problemas publicando sus opiniones en facebook, diciendo que cuando tuvieran las agallas de hacer lo que él había hecho por seguir sus ideales, lo criticaran. Como era de esperarse su comentario recibió críticas, una de las más fuertes creo que fue de uno de sus profesores, que en algún momento comparó el gobierno de Fidel Castro con el de Hitler, y él le respondió que ambos estaban en un distinto plano moral y explicó algunas cosas más, y luego le hizo ver que dentro de la categoría de dictador se podía incluir a Pinochet, a quien este profesor al parecer admiraba, y cómo era que el odio ideológico por el solo hecho de Fidel ser socialista le hacía infravalorar su heroísmo y demonizarlo sin razón. Es un parafraseo, pero mientras escribo esto busqué el post y dejo aquí el enlace. Lo que expresó él en este comentario me parece admirable.
Traigo ésto a colación para poner en contexto a los que como yo simpatizamos con Fidel, y que probablemente no nos habría gustado o no nos gustó que ofendieran su memoria, mi opinión no va a cambiar lo que Arzú o Ríos Montt hayan hecho en al historia, ¿por qué he de ofender a quienes simpatizaban con ellos, por qué no hacer una valoració en lugar de emotiva o ética, de su impacto histórico en Guatemala que sin duda ambos lo tuvieron? Y por otra parte también quiero hacer ver lo tonto que es pelearse por ideologías políticas, cuando Fidel estrechaba las manos con Carter, Jaime Baily con Silvio Rodríguez, Ríos Montt (pastor de la Iglesia el Verbo) con el Papa Juan Pablo II, Álvaro Arzú con Fidel...
Juan Pablo II y Ríos Montt |
Álvaro Arzú y Fidel Castro |
Cerrando el presente ensayo, quiero manifestar que en mi caso, no simpatizo políticamente con José Efraín Ríos Montt y aunque quizá sí simpatizo un poco con Álvaro Arzú, no soy especial adepto suyo; además estoy en desacuerdo con algunas, talvez muchas, de las políticas que llevaron a cabo, sin embargo me agrada haber podido conocerlos, ambos tenían carisma, creo que se puede aprender mucho de ellos, admiro sus personalidades y sus estrategias políticas, en el caso de Arzú simpatizo con sus políticas de impulso de la firma de la paz y el trabajo estético y servicio de transporte trabajado en la ciudad capital; no quiero en este escrito hacer un juicio ético sobre sus acciones, pero aún cuando alguno o ambos pudiesen haber hecho algún daño grande a alguna persona considero que nadie éticamente y con corazón puede alegrarse de la muerte de otro ser humano (salvo quizá que la alegría sea motivada por el sentimiento compasivo de que quien muere ya no sufrirá un mal que padece), ni aún habiendo recibido el mal, quien ha sufrido un daño, a lo más puede sentir un alivio o paz, pero si alguien se alegra... su ética es francamente cuestionable.
Pintando con palabras y sueños
Desde el tintero del corazón
Quetzaltenango, Quetzaltenango, Estado de los Altos
29 de abril de 2018
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