Si tan solo hubiera sido más veloz...
Me
puse mi playera roja favorita, y me preparé para salir aquella noche a pasear a
Basu, mi perro. Al salir noté que estaba bastante nublado, y caían algunas
gotas de lluvia, pero no muchas. Caminé varias cuadras calle arriba, cuando noté como que un carro me estaba siguiendo con las luces apagadas. Vi si había alguien más en la calle, pero no había nadie. Iba en la esquina, pero el restaurante que había ahí estaba cerrado, pasé frente a la Iglesia, pero todas las puertas estaban cerradas. Yo caminaba intentando recordar un lugar que estuviese abierto a esta hora, pero no encontraba ninguno. Caminé más arriba, pero la librería también estaba cerrada. El carro venía despacio siguiéndome, pero volteé, y noté que notó que yo ya había notado que me seguían. En ese momento me dio mucho miedo. Traté de caminar más rápido, tratando de recordar si había un negocio cerca que estuviera abierto a esta hora. El carro encendió entonces sus luces, y empezó a acercarse más a mí, entonces comencé a correr y correr por la calle junto a Basu, cuando recordé un lugar a poco delante de mí, justo en la esquina de la siguiente calle a la derecha, se encontraba la estación de policía, que estaba abierta a toda hora, así que, corrí y corrí, y justo estaba en la siguiente calle, logré cruzar, el carro se acercaba cada vez más y más a mí, solté a Basu para que huyera, al tiempo que yo corrí y corrí, el carro aceleraba, yo corría, ya estaba a unos cuántos metros de la esquina, cuando de pronto sentí un gran golpe en mi espalda, me dio con la puerta abierta del carro, y caí. Estaba como a un metro de distancia de la esquina, si tan solo hubiera sido más veloz, me hubiera encantado ser más rápido, pero no, no era lo suficientemente rápido. Me hallaba tirado, muy adolorido, y esperaba que hubieran escuchado el rechinar de las llantas del carro al frenar o el portazo que me dieron, y un policía o alguien más saliera a auxiliarme, pero el único que salió fue ese hombre del carro. No le pude ver el rostro, solo veía sus zapatos negros, caminando y acercándose a mí, creo que iba todo de negro, llegó hasta la acera donde me hallaba tirado sin poder levantarme del dolor, Basu regresó para intentar ayudarme, le intentó morder el brazo, pero él (llanto), él mató a Basu frente a mí (llanto). Luego me dio un golpe en la nuca, y no supe más… si tan solo hubiera sido un poco más rápido y hubiese alcanzado llegar a la estación de policía…(llanto) ―¿por qué lloras?, ¿quieres que lo repitamos de nuevo? ―, maldito ―ay, la nena quiere a su mami, la nena no aguanta nada― ¡maldito!, quítame las manos de la cara, (ininteligible), (golpe), (llanto), si tan solo hubiera sido más veloz… (fin de la grabación)
Pintando con sangre y muerte
Desde lo profundo del inframundo:
(El Comandante de las Letras/Corazón Negro)
2 de noviembre de 2018
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