-Pero ¿quiénes son esos mal-llamados hijos de la Patria que a tal extremo la irrespetan y la ofenden? ¿Quiénes son esos bribones que le causan tanto daño y retrasan con sus actos su natural intención de caminar hacia adelante en busca de su progreso y bienestar? Los de siempre, los que quieren vivir esquilmando sus riquezas y lacerando sus mas nobles aspiraciones.
-Ellos son, los que asaltan el poder para disfrutar sus mieles y acrecentar sus haberes, los que cometen toda clase de fechorías, toda una gavilla de vándalos sin escrúpulos ni conciencia, que detentan lo que sea y lo que pueden para saciar sus hartazgos.
-Total, todo un rosario de sufrimientos que la mantienen maniatada y llena de amargura, muchos son sus aflicciones, tantas, que le obstaculizan su legítimo derecho de caminar en seguimiento de un porvenir mas justo y equitativo: pobreza, corrupción institucionalizada, inseguridad, violencia, secuestros, extorciones, desempleo; un total desbarajuste social difícil de conjugar.
-Pero todavía nos atrevemos a pensar que no todo está perdido en este laberinto de dificultades, y que los hijos probos que aún le quedan a la Patria, pueden en la llanura y en las instituciones donde se encuentren, cambiar positivamente su destino, revistiéndose de valor y determinación; porque solo así, con verdadera conciencia cívica; podrá rescatarse de las garras de los falsos redentores.
Florencio Mendoza Granados
San Antonio Huista, Huehuetenango, Guatemala
Escrito en octubre de 2011
Publicado el 3 de octubre de 2019
Comentarios
Publicar un comentario