UNA HISTORIA DE AMOR
―Hola Princesa, ¿Qué es de tu vida? ¿Sabías que la gente dice que tú y yo estamos locos?
―Hola, haha. No, no lo sabía. La gente está muy loca, haha.
―Pero no hagas caso Princesa, a la gente le encanta el chisme y los helados de frambuesa.
―Con mucha crema batida, ¿cierto? No, eso me encanta a mí, haha, la crema batida.
―Qué delicioso, pero sobre todo si lo sirven en trocitos entre 5 y 7 grados norte.
―Oh sí, entre más fríos, mejor.
―Sí, con edulcorante monosódico.
―Haha, estás demasiado loco Comandante, de locura que me hace sonreír.
―La locura es necesaria para sonreír en un mundo tan cuerdo.
―Por eso me encanta estar junto a ti.
―Pero estás demasiado cuerda para mí.
―Muy cuerda diría yo, haha.
―Demasiado, y te necesito loca para nuestras conversaciones y aventuras.
―Regálame un poco de locura.
―No te la puedo regalar, debes descubrirla en ti. Sígueme esta vez: Si quieres encontrar tu locura, para empezar debes soñar que puedes volar, que puedes subir hasta el cielo y flotar, dime ¿puedes imaginarlo? ¿Te gustaría descubrir un lugar perdido en el cielo donde hubiese solo amor y mucha paz?
―Por supuesto que me encantaría encontrarlo, difícil ha de ser, pero no imposible. Amor y paz es lo que buscamos todos, y si lo encontramos… ¿qué pasará?
―Tendrás que verlo. Pronto verás un rayo de luz surcar los cielos en una noche estrellada, y entonces tocaré a tu puerta. ¿Pero cómo te reconoceré oh honorable Princesa? ¿Por qué nombre debo llamarte?
―Esperaré todas las noches, para entre las estrellas encontrar ese rayo de luz, Comandante, cuando llames a mi puerta di con fuerte voz: “¡Princesa de los Ojos de Cielo!”
―Escribiré un soneto para ti, y así me reconocerás tú a mí, yo te puedo llevar, ya no tendrás que soñar, tan solo tomar mi mano y dejarte llevar, viajaremos felices cantando hacia el sur, siguiendo a mi estrella de color azul, del color de los ojos que tienes tú.
―Grato será para mí poderte escuchar, estaré dispuesta a seguirte si amor y paz voy a encontrar. Pero dime, ¿Qué soneto entonarás?
―No te preocupes, lo reconocerás, será un soneto escrito dulce como tu voz, que sonará elocuente como el aroma de las flores con versos perfumados de colores, con métrica luminosa como la seda y rima tersa como el mejor vino, y estará dedicado al cielo estrellado de tus ojos. Estate atenta, que mis poemas escribo con sangre, porque mi tintero es el corazón. Espérame mirando al firmamento que llego pronto, prepárate para conocer mi lejano y maravilloso mundo.
―Debajo del cielo estrellado esperaré ansiosamente tu llegada. Espero podamos encontrar pronto ese lugar y juntos vivir un amor de verdad.
El Comandante de las Letras
y, La Princesa de los Ojos de Cielo
Desde El Cielo Estrellado
Escrita Julio y Agosto de 2017
Publicada 14 de Febrero 2020
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