Vinos Dorados
Rubios cabellos cual sol que brilla
Su risa me contagia su angelical alegría
Ojos claros, acento ucraniano de melodía
En noviembre los 19 dice que cumpliría
Me invita a una cerveza y yo la aceptaría
Una gran modelo en Milán es yo diría
En realidad, dirige orquestas de melodía
Mi corazón a mil cuando a la acción pasaría
Me acecha con devoradora mirada
Es una leona salvaje desatada
Gateando se acerca y me estremece
Me devora sin esperar que yo la bese
Su boca es un mosto blanco de dulzura
Su lengua una explosión estelar de locura
Un rojo pincel que me recorre entero con
desvelo
Mientras me ahogo en el mar de sus ojos color
cielo
Ese acento, miel que se desliza dulcemente
gota a gota hacia mi corazón
Ucraniano sabor en su cuerpo cada rincón
Ese vientre delgado y esa blanca tersa piel
De las tierras eslavas con este girasol me
quedaré
El pelo rubio, y ese azul en sus ojos que es
mi perdición
Imán irresistible que me arrastra a la
tentación
Recorro su espalda, ahogado en sus gemidos de
miel
Cada beso degustado me deja más sed
Viste con una elegante y sofisticada finura
Sus rubios y largos cabellos llegan a la
cintura
Tiene una alta y perfectamente esbelta figura
La nieve de Moscú plasmada en su blancura
De la tercera Roma ha venido a la primera
Afortunado el que su acento ruso oyera
Musa que poemas sabía que inspiraría
Pero nunca mi corazón imaginó que la
alcanzaría
Se mueve muy lentamente sin perder jamás la
elegancia
Ahogado entre sus cabellos y su fragancia
Su piel es un baile exquisito de sensualidad
Cada movimiento un estallido de intensa
eternidad
Succiona profundamente mi alma en un suspiro
Con cada suave caricia me quita el respiro
Su mejilla junto a la mía en un abrazo me
alucina
Sirena nadando en mí cuyo canto en mis oídos
afina
Ese acento, miel que se desliza dulcemente
gota a gota hacia mi corazón
Ruso sabor en su cuerpo cada rincón
Ese vientre delgado y esa blanca tersa piel
Desnudando de cubierta esta matrioshka un tesoro de placer encontré
El pelo rubio, y ese azul en sus ojos que es
mi perdición
Imán irresistible que me arrastra a la
tentación
Recorro su espalda, ahogado en sus gemidos de
miel
Cada beso degustado me deja más sed
Soy una tierra de primavera entre dos océanos
de dulzura
Un tsunami a cada lado, me ahogan de exquisita
locura
Soy un Dombás en medio de una guerra de
hermosura
Que me conquista, en dos me parte y mi alma
desnuda
Subyugantes hijas de Rurik y Pedro me
conquistan
Cautivantes herederas de Olga y Catalina
Con sus curvas y caricias me dominan
Estoy bajo el poder de dos Zarinas
Cautivo de su juventud, su esbeltez, sus
cabellos blondos
Mi debilidad, me ahogo en el celeste de sus
ojos hondos
Sus bocas dos oasis de brisa fresca en el
desierto
El maná de sus besos solo me deja de estos más
sediento
Tiemblo cuando sus manos que suben lentamente
por mi espalda
Me estremezco cuando una voz al oído a cada
lado me habla
Mi debilidad, mi adicción, son el ruso y
ucraniano acento
Aunque yo diga no, mi corazón dice sí cuando
el canto de las sirenas siento
Es el Liuvov que despacito con dos vinos
dorados embriaga mi corazón
Caigo tras las cortinas de La Scala o en
Coliseo como gladiador
Entre Milán y Roma, entre Moscú y Kiev, entre
eslavas en un vaivén
Entre dos vinos blancos, quiero ambos mostos
pues elegir uno no sé
El pelo rubio, y ese azul en sus ojos que es
mi perdición
Imán irresistible que me arrastra a la
tentación
Recorro su espalda, ahogado en sus gemidos de
miel
Cada beso degustado me deja más sed
Ese acento, miel que se desliza dulcemente
gota a gota hacia mi corazón
Eslava oriental en su cuerpo cada rincón
Ese vientre delgado y esa blanca tersa piel
Rusa o ucraniana, quién me derrite más, no sé
El pelo rubio, y ese azul en sus ojos que es
mi perdición
Imán irresistible que me arrastra a la
tentación
Recorro su espalda, ahogado en sus gemidos de
miel
Cada beso degustado me deja más sed
Ese acento, vino que se desliza dulcemente
gota a gota hacia mi corazón
Mosto blanco en su cuerpo cada rincón
Ese vientre delgado y esa blanca tersa piel
Rusa o ucraniana, quién me embriaga más, no sé
El pelo vino dorado, y ese azul en sus ojos
que es mi perdición
Vinos blancos embriagantes me arrastran a la
tentación
Recorro su espalda, ahogado en sus gemidos de
miel
Cada beso degustado me deja más sed
Pintando con palabras y sueños
Desde el tintero del Corazón
Como la mayoría de mis poemas, este también es en realidad una canción. No pudiendo expresar la música que nace de mi alma, esta vez he elegido una canción base para este poema, de tal manera que su letra coincide con su música aunque el poema es un poco más extenso por lo que parte de la música debería repetirse para que coincida totalmente. La canción cuya música puedes escuchar de fondo al leer el poema es "Vaivén" del cantante Chayanne.
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