Ojos claros cual brillantes estrellas
Voz angelical como una canción
Dulzura y amor en el corazón
Es sin duda la princesa más bella
Cautivante, subyugante es ella
Blanca pureza su piel de ilusión
Sus labios son mi divina redención
Resplandeciente la luz que destella
Inocencia, de pena se sonroja
Escondiendo la mirada con rubor
Ya su sonrisa en mí se aloja
Muestra en el trato delicadeza
Con que conjuga recíproco amor
Ni en los cielos miré más belleza
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