38. Pase lo que pase
Una canción más de Tuco Cárdenas que se encuentra en mi repertorio de canciones favoritas. Su estilo digno de emular, su voz grave, su estilo musical y sus letras son sin dudas aspectos a destacar. En esta canción, sin embargo, careciendo de video, son 2 los elementos fundamentales para mi gusto por esta canción: su música y su letra.
El ritmo sin duda es pegajoso y alegre, y su letra evoca una gran variedad de momentos significativos, aprendizajes de vida, degustaciones estéticas de princesas y sinsabores que probablemente al igual que Tuco he tenido que vivir.
“Conocí por quién morir, conocí por quién vivir, y al sabor del desamor, un poquito le aprendí” tanto para morir como para vivir a más de una persona, y aunque es bueno aprender en este ámbito, lo que se aprende es poco, pues luego se cae de nuevo por distintas razones, y aunque se valora el aprendizaje, se desdeña el método, el costo no vale el conocimiento, y este debería poder obtenerse de forma alternativa por otros métodos o aprendiendo de los errores de los demás. “El instante en que tardé, sus defectos olvidar, sus dolores desgreñar, encantado me encontré” Y es que es eso, aunque uno sepa todo y sea consciente de lo que se viene, en un instante, un pequeño toque de los dedos, un rozar de los labios, unos ojos claros delirantes, lo hacen a uno caer en un segundo, olvida uno los defectos de la persona y lo inconveniente de enredarse una vez más, en casos en que uno encuentra princesas rotas uno desgreña sus dolores y descubre que uno tiene la panacea para ellas, incluso si ellas no quieren curarse, y uno se encuentra encantado, hipnotizado, perdido… “Te confieso que al final, de sus besos le temblé, al segundo también, y al tercero otra vez.” Siempre son un vicio que no te calma la sed, sino te deja más sediento.
“Y se fue, se largó, con sus te quiero, con su acento, con los viejos tiempos, y también me mató, su dulce dejó en los besos, su amargo chico nos vemos quizá en el infierno.” Esto es lo peor, que luego se largan las ingratas, a pesar de haber dicho “te amo”, con ese delirante acento que siempre les caracteriza, y se pierden en los viejos tiempos que no pueden volver a ser vividos, sino que solo se quedan ahí como musas para la inspiración de los versos, recordando la dulzura de sus besos. Y lo peor, es cuando las cosas no terminan bien, cuando no se mantiene la cordialidad como debe ser, cuando presas de la irracionalidad generan un conflicto donde no lo hay, o dejan detrás cosas rotas o deudas, cuando en su enojo solo pensarán quizá vernos en el infierno, y no precisamente porque vayan a pecar con uno, que todavía haría sentido, en el concepto por ellas planteado, lamentablemente, no nos veríamos, pues yo he vivido, vivo y viviré siempre en el paraíso.
Y por esto esta canción me gusta tanto, por los sentimientos que me evoca y la identificación con la letra. Respecto a la estrofa donde el título de la canción es pronunciado no tiene ningún significado para mí, y sinceramente nunca he logrado interpretar de forma indubitable qué quería expresar Tuco en tal estrofa, sin embargo, no es necesario comprenderla para que la canción sea tan genial y esté entre mis favoritas.
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