39. Se fue
Ricardo Arjona
Una canción más de Arjona que me encanta. Ricardo Arjona es sin duda uno de los más grandes cantantes de habla hispana, tanto por su música, su personalidad y sus letras, y esta canción no es la excepción, destacando sobre todo la letra.
En esta canción lo que más me gusta y me identifica es la letra, que evoca en mí la sensación de desconcierto cuando una relación o interacción romántica termina de forma inexplicable. Esa falta de explicación es para mí altamente incómoda, insoportable.
Una interacción romántica o una relación de pareja terminan razones comprensibles, nos lo indica el cuarto principio de la lógica de la razón suficiente, sin esa razón no acabaría, y como Arjona cita, existe una especie de protocolo de finalización. Si la relación termina por un choque impactante, una situación relativamente traumática para alguna de las partes, por un daño o ataque, es lógico que termine de una forma golpeada y abrupta, por otro lado, si la situación es más tranquila, puede finalizarse de forma hablada cordial y amigable llegando a acuerdos que sienten las bases para una amistad o no amistad futura y cerrando todos los círculos que hayan podido quedar abiertos para ambas partes, y por último si la imposibilidad de continuar es por una separación física y social es lógico que termine con una despedida que no quiere ser despedida, con muestras de amor y dolor de ambas partes.
Sin embargo, cuando la otra persona simplemente detiene la interacción sin decir nada, o cuando aun diciendo algo solo pide terminar la interacción, o peor aún, no lo hace en persona sino a distancia, cuando no da una explicación racional, cuando se finaliza una interacción no por acuerdo mutuo, como siempre debe ser, sino de forma unilateral, si un acuerdo que vele por el bien emocional de ambos tras la ruptura, cuando aún buscando uno explicación solo encuentra silencio o evasivas, es entonces cuando esta canción de Arjona cobra un profundo significado:
“Sin la gritería que antecede a un fiasco, sin el protocolo de un buen bofetón, sin el argumento de un pecado ilustre, o el presentimiento de una anomalía que amerite el caso, sin decirme nada, sin decir por qué, sin una coartada o una explicación, sin una mentira escrita en un papel, sin las cursilerías típicas del caso, sin decirme nada, sin decir por qué, se fue.” Justamente aquí menciona la gritería, el bofetón, un conflicto de ira y agresiones físicas que aún sin una explicación racional en palabras, se entiende que algo va muy mal, pero no, cuando todo está bien, cuando no hay un pecado que haya cometido alguna de las partes, cuando uno no puede prever ninguna anomalía en la relación y simplemente la persona se va es una de las actitudes más molestas, desesperantes y detestables que alguien puede hacer.
“Y yo pensando en ella como si fuese única, aferrado a su ausencia como si fuese sólida, pidiéndole a la vida que quizás la química, la devuelva buscando algún beso mágico. Sin decirme nada, sin decir por qué, sin una coartada o una explicación, sin una mentira escrita en un papel, sin las cursilerías típicas del caso, sin decirme nada, sin decir por qué, se fue.” Este coro me encanta, pero muy mal ubicado, cuando una persona se va sin decir nada, mientras no hay explicación, uno no está pensando románticamente en esa persona, uno lo que busca son respuestas, uno busca la verdad, aunque sea una verdad dura, pero que explique racionalmente y sin ninguna duda la extraña e incomprensible acción de la otra persona. Este coro quedaría mejor pensado como la etapa final de la interacción, justo antes de que ella se vaya, por lo que sería mejor así: “Y yo pensando en ella como si fuese única, aferrado a su presencia como si fuese sólida, pidiéndole a la vida que quizás la química, la mantenga conmigo buscando algún beso mágico.”, y en todo caso, si se quiere poner a posteriori, la frase vendría mejor en una relación que finaliza en forma normal, o incluso este mismo tipo de relación pero cuando ya se tiene una explicación o respuesta; en mi caso, que actualmente no estoy en esta situación, prácticamente respecto a todas las chicas de la vida con las que he estado o a las que he amado, mientras no envejezcan, les diría eso “Y yo pensando en ella como si fuese única, aferrado a su ausencia como si fuese sólida, pidiéndole a la vida que quizás la química, la devuelva buscando algún beso mágico.” La frase estaría incluso mejor en “Me Dejaste”, otra canción de Arjona en este Top. Esta canción, por tanto, en la forma en que yo escucho como explico en mi artículo ¿Una canción te tiende a gustar por la música o por la letra?, yo escucho la canción entera sin esta parte o esta parte sin la canción entera, es decir, es como si escuchara paralelamente dos canciones diferentes al mismo tiempo sin un vínculo ni consecución lógicos ni estéticos.
“Sin la antología de reproches básicos, sin el ejercicio de memorias turbias, sin algún ataque de mamitis crónica, o el antecedente de un chiste siniestro que lo explique todo, sin decirme nada, sin decir por qué, sin una coartada o una explicación, sin una mentira escrita en un papel, sin las cursilerías típicas del caso, sin decirme nada, sin decir por qué, se fue.” Nuevamente, cuando algo se rompe y uno es reprochado, se comprende, puede ser que tales reproches estén justificados o no, pero de cualquier forma uno tendría la oportunidad de rectificar o de resolver el malentendido en caso de no estar justificados, o uno comprendería el resultado final sabiendo la razón lógica del final de la interacción romántica. También pueden haber memorias turbias sea porque algunos hechos hayan sido registrados de forma turbia, es decir, no clara, y haya generado en la mente de la otra persona un malentendido, o turbias en el sentido oscuro de un conflicto del pasado aparentemente resuelto pero que en realidad nunca se resolvió, también podría ser la intervención de la mamá, es decir, la suegra, o de otras personas que estén fregando, o algún antecedente de un chiste siniestro que lo explique todo, por ejemplo que en origen ella haya sido malvada y estuviese buscando un objetivo oscuro con uno, vinculado a uno mismo o algo paralelo.
El problema de no tener una explicación es que uno no tiene claro si la otra persona es malvada o es buena, ¿qué lugar debe darle uno en su historia de vida?, o ¿acaso piensa esa persona que uno es el malvado?, ¿uno puede hacer algo?, ¿es rectificable o salvable la relación o interacción romántica?, ¿debería de intentar salvarse la interacción? Es decir, a veces uno se encuentra ante las siguientes hipótesis:
1. Uno hizo algo mal que molestó a la otra persona, en tal caso uno podría intentar rectificar, pedir disculpas o no pedirlas si la acción estaba justificada y aceptar las consecuencias conscientes de cuál fue la razón y a sabiendas de que uno no hizo nada intencional, pues si uno hizo algo intencional esa es la explicación, esto que uno quizá hizo mal es desconocido para uno, pero es una hipótesis plausible, y en todo caso habría que intentar finalizar con un acuerdo mutuo de relación o no relación a posteriori y en buenos términos.
2. La otra persona considera que nos hace daño o nos detiene en nuestro desarrollo personal, siendo esta generalmente la razón más tonta para finalizar una interacción romántica si es que el amor es mutuo, por lo que conocer esta realidad ayudaría a emprender acciones para retomar la interacción que sería lo lógico y racional.
3. La otra persona es víctima de alguna presión social, de un quedar bien, o es influenciada por familiares, amigos u otras personas que le dicen que lo correcto es no seguir con la interacción, siendo otra de las razones más tontas, que tiene consecuencias distintas según la capacidad de decisión, poder y libertad que tiene la otra persona, ya que si es demasiado débil o si incluso intenta seguir la interacción pero se lo evitan, es una víctima de sus circunstancias y no tiene culpa de nada, mas si tiene el poder suficiente y aún así decide quedar bien ante gente estúpida, es una persona tonta y víctima también pero de sus decisiones en medio de las circunstancias, digna de ser compadecida, pero no de evadir su culpa y responsabilidad, y por lo tanto también puede ser moderadamente atacada sin ser odiada, y puede ser perdonada a posteriori si paga de alguna forma la deuda emocional que deja.
4. La persona es malvada y le ha engañado a uno, no me refiero necesariamente a infidelidad, sino a haberlo engañado a uno en cuanto lo que quería con uno, principalmente cuando es amor, pero también puede engañar fingiendo deseo o inclusive se puede engañar en una interacción más superficial sin ánimo de permanencia; y también puede no engañar respecto a estos pero sí respecto a los valores que dice tener, por ejemplo fingir que tiene valores de alguna religión o filosofía, mostrar eso públicamente y ante uno y uno suponer en la interacción tales valores, pero a la postre y en medio de la prueba de su ética refleja no tener tales valores, y no necesariamente porque uno no quisiera a la persona sin esos valores, sino porque de saber que los valores reales eran diferentes uno habría actuado de otra manera o la habría posicionado y conceptualizado de diferente manera en el proyecto de vida propio. En este caso uno no debería de querer seguir la interacción ni compadecerla ni guardar un buen recuerdo de lo vivido, y en cambio tal persona debería de ser despreciada, no odiada, sino desdeñada, y de la misma manera, no perdonada mientras no page la deuda o expíe su pecado.
El dilema al uno no saber por qué finalizó todo es que uno no sabe si uno es el malvado y debería pedir perdón, si la otra persona es la malvada y debería ser desdeñada, si uno debería intentar reanudar la interacción o debería uno de alejarse de tal interacción por el bien propio, si uno debería de compadecerla y guardar un buen recuerdo de la persona o desdeñarla y no guardarla en un buen recuerdo en la propia historia, y uno no puede no decidir o tomar una postura intermedia, porque uno debe tomar la decisión éticamente correcta ante el escenario presentado, y el desconocimiento de lo que en realidad pasó resulta en la imposibilidad de tomar una decisión o de tener que tomarla en medio del desconocimiento y con la posibilidad de estar cometiendo una injusticia contra esa persona o permitir que se esté cometiendo contra uno mismo, por ejemplo, intentar reanudar la interacción, compadecer o guardar un buen recuerdo siendo esta persona malvada sería una injusticia para uno mismo, no intentar reanudar la interacción, desdeñar y borrar todo recuerdo si esa persona de verdad lo quiere a uno y son otras circunstancias o un malentendido lo que le empujó a tales acciones sería una injusticia contra esa persona, y uno solo puede hacer una acción o la otra, uno no puede recordar bien y al mismo tiempo y en el mismo sentido recordar mal u olvidar, uno no puede intentar reanudar y a la vez no intentar reanudar la interacción, uno no puede poner en un buen lugar y en un mal lugar de la propia historia al mismo tiempo y en el mismo sentido a una persona, es lógica básica, el principio de identidad, no contradicción y tercero excluido, pero sin los datos empíricos que nos compruebe una verdad y siendo varias las posibilidades plausibles, el tormento intelectual cuando se va sin decir por qué y sin dar muestras indubitables en sus acciones del por qué, resulta insoportable.
Por alguna razón esta canción está escrita por un hombre hacia una mujer y no al revés, y por eso también me identifico yo con tal canción, y es que las mujeres más tendientes a lo emocional si una justificación racional previa, y más tendientes a la percepción de las señales de la actuación personal y la personalidad, tienden a actuar de forma intempestiva ante los impulsos y a huir de dar explicaciones, pues como no han pensado antes de actuar, saben que se encuentran sin fundamento, y al ser cuestionadas y contrastadas contra la realidad y las verdades racionales, para ellas se volvería insoportable la evidencia de que sus acciones no tienen ningún fundamento racional y que si quisieran actuar racional y justificadamente debieron o deberían haber actuado de otra manera, peor aún, tendrían que pedir perdón y pagar sus deudas. Por ello lo más probable es que simplemente la explicación que se den a sí mismas y a los demás es que finalizaron la interacción simplemente porque ya no la querían, lo que viola el principio de la razón suficiente, así como la evidencia empírica proporcionada por la ciencia que nos enseña el funcionamiento del cerebro humano y las relaciones de apareamiento, evidenciando que hay razones biológicas, químicas, psicológicas y sociales que explican nuestras actitudes.
Por el otro lado, mi exigencia de una explicación surge de la necesidad de tomar una decisión ética en la vida práctica, fundamentada por un razonamiento lógico, ya que los hombres tendemos a justificar racionalmente nuestras acciones antes de realizarlas, no es que nos mueva la razón, a todos los seres humanos nos mueve la emoción primero y luego buscamos los fundamentos racionales para justificar nuestras decisiones tomadas con base en la emoción, la diferencia es que la tendencia general es que los hombres justificamos racionalmente nuestra decisión previo a realizar la acción que la emoción nos mueve a hacer, buscando un argumento que no choque con nuestra autoimagen, mientras choque con nuestra autoimagen no realizaremos la acción y nuestro super yo nos detendrá, las mujeres cuando justifican su acción con un razonamiento lo hacen después de realizada, de ahí que un hombre sabe por ejemplo que le gusta una mujer y por qué le gusta antes de interactuar romántica o sexualmente con ella, mientras la mujer tiende a saberlo solo después de la interacción romántica o sexual. El problema para la mujer es que si después de realizada la acción el argumento encontrado choca con su autoimagen, y no puede retroceder al pasado para no realizar esa acción, por lo tanto le será imposible darle una justificación racional, o más bien la justificación real la llevará a una conclusión sobre sí misma que le resultará insoportable, de ahí que el cerebro en su autoprotección bloquee la posibilidad de dar una respuesta o de indagar racionalmente en una explicación, y hablo cuando esto sucede, porque puede suceder que la explicación no choque con su autoimagen y por lo tanto la dé, pero mi explicación racional de por qué para mí y al parecer para Arjona también resulta insoportable que se vayan sin dar explicación, y el por qué las mujeres se irían o finalizarían interacciones románticas en mayor proporción que los hombres sin dar explicación, sería este funcionamiento psicológico.
La búsqueda de respuestas y de la verdad puede ser una mayor tendencia en lo masculino, pero puede ser que respuestas relativamente más simples satisfagan a los menos racionales e inteligentes, lo complejo en mi caso es que por un lado a veces puedo comprender algunos finales, a veces no se necesita ni de palabras y las actitudes detrás de las palabras revelan la justificación racional del fin de la interacción, a veces yo mismo he provocado algunos finales o he acordado algunos finales cordiales que he logrado mantener bajo mi control para un futuro en paz y concordia, y todo esto conociendo la psicología detrás de las interacciones de apareamiento de nuestra especie y de la cultura occidental, pudiendo detectar incluso mis propios errores, por ejemplo uno de mis errores más comunes es racionalizarlo todo, a sabiendas que la mujer percibe más emociones y actitudes, y que los razonamientos y palabras pueden ir en una dirección distrayendo su razonamiento de la interacción sexual, al mismo tiempo que las emociones se calientan, ya que la mayoría de mujeres en nuestra cultura se sienten avergonzadas o les resulta insoportable racionalmente de que quieren aparearse, por eso la mayoría de mujeres no se dan cuenta de cómo las conquistan, cuando sienten ya las conquistaron, ya que si se dan cuenta, si lo hacen consciente, por más que lo quieran, rechazarán la interacción, y todo este proceso debe ser de forma natural, espontánea y por inercia, no forzado, uno de mis errores más comunes aquí es racionalizar, pues tal como lo hago de forma probablemente innecesaria con esta canción, a veces soy seducido por mi razón y arruino una interacción, pero lo entiendo, fue error mío. Entonces conociendo estos aspectos psicológicos, los aspectos biológicos de la selección natural, los procesos químicos y el funcionamiento de las relaciones sociales, con toda una evidencia científica empírica y lógica que respalda mi entendimiento y experiencias propias previas que comprueban la veracidad de estos planteamientos, cuando a pesar de todo esto ella se va y en su actitud no hay una explicación que psicológica, biológica, química, social o éticamente pueda explicar de manera indubitable la razón la que se fue, y además ella no explica racionalmente en su discurso su razón, mi desconcierto es aún mayor, pues tengo muchas hipótesis pero ninguna verdad comprobada respecto a la realidad, y debo tomar una decisión respecto a esa realidad que desconozco con consecuencias éticas que me podrían convertir en un héroe, en una víctima o en un villano en la historia.
Por esta razón, cuando me encuentro ante este escenario, suelo buscar respuestas en esa otra persona abordándola o busco analizar algunas otras evidencias en las acciones de la realidad en una incansable búsqueda por la verdad o me apoyo en otras personas para que desde un punto de vista neutral sin el sesgo que yo tengo al estar en medio de la interacción para que me den un criterio indubitable que revele ante mis ojos una verdad que yo por mis propios medios no puedo ver, a veces la evidencia se encuentra en la realidad, pero lo más frecuente es que esa respuesta se encuentre en esa otra persona y haya que abordarla, y en medio de lo delicado de la situación de un rompimiento ir hacia esa persona a veces es doloroso para uno o esa otra persona, talvez todo se iba a arreglar y uno lo arruina, pero no importa con tal de saber la verdad y tomar decisiones sobre seguro, y es por eso que todos los finales que he tenido al final los he podido tener bajo mi control, incluso proporcionando yo la razón para el fin de la interacción a posteriori cuando al abordar a la otra persona puedo lastimar la relación personal existente, pero al menos hay una razón, y esto en los finales que salen mal, pues la regla general es que los finales se comprenden o se acuerdan, yo prefiero acordarlos, la verdad no recuerdo cuántos finales buenos y malos ha habido, talvez sean 3 los malos, pero el que peor salió que me atrapó en la incertidumbre algunos meses conseguí llevarlo al mejor final, un acuerdo, logrando llevar a una persona que no quería, a un diálogo racional y cordial para finalizar en buenos términos, y en alguna ocasión he ido a terminar de romper la relación rota pero conscientemente y proporcionando una razón para la finalización de la historia, consiguiendo así la coherencia lógica en la realidad. Estos casos, como digo, son la excepción, la regla general es el acuerdo o la comprensión tranquila y pacífica de la llegada al final, guardando un buen recuerdo de la otra persona, porque como digo, uno mantiene el control de la situación y mantiene la racionalidad, la amabilidad y la concordia con la otra persona, sin embargo, estos casos excepcionales e intempestivos, por su excepcionalidad y su irracionalidad son los que más molestan, enojan y desconciertan.
Al final, como dice Tuco Cárdenas en la canción de fulana “Y vos que pensás que no hay más salida que en tus mentiras vivir, vas creyendo que sos la bonita, no creerías lo que vi, y ya no infrinjo si vas con guadaña arreglando mis mañas, mejor morir en claras palabras que en frías miradas.”, aunque la verdad sea dura prefiero conocer la realidad verdadera para actuar en consecuencia a esta y finalizar con palabras de forma racional y no con frías miradas incomprensibles.
Considero que he explicado claramente esta situación que a veces acontece y que es comprensible y que cualquier mente honesta y racional estaría de acuerdo conmigo, sin embargo la explicación científica y lógica a veces es algo tediosa o pesada, incluso para uno mismo, por lo que encontrarlo tan transparentemente reflejado en esta canción de Arjona de “Se fue”, de forma artística e inclusive convirtiendo una sensación incómoda en un disfrute estético, hace que no solo me identifique con esta canción, sino que esté en este top junto a mis favoritas, y quiero compartirles con vosotros mis lectores. Antes recuerdo que publicaba canciones en mi muro de Facebook directo desde YouTube, expresando cuánto me gustaban, y pensando que todas las personas comprendían por qué me gustaban pues entendían la canción como yo la entendía, después comprendí que no, y que la gente no veía lo que yo veía en las canciones, de ahí que iniciara a hacer estos tops de canciones, no solo para compartir las canciones que me gustan, sino además para que la gente vea lo que yo veo y comprenda tal o cual canción me gusta. He aquí que esta es una de las explicaciones más largas, y todo eso pero sintetizado en la obra artística del autor es lo que genera en mí ese deguste estético de mis canciones favoritas.
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