Abre tus ojos, que no apaguen esos luceros
Abre tu mente, no seas esclava de lo que dice la gente
Abre tu corazón, atrévete a amar sin condición
Eres dulce y consciente
Oh belleza que frente al espejo reflejas
Qué color podrá ser, rojo o quizá rosado
Atrévete a usar otros colores, a lo mejor morado.
Corta o larga
qué falda podrás usar, mejor un pantalón te quedará mejor
aún no has podido usar ese vestido de color
no importa te ves linda sin importar la situación
De tu alma emana dulzura
de tu corazón un amor puro sin condición
de tus entrañas, el mas bello regalo
de tu cuerpo, el más grande dolor.
Tan maravillosa eres
en un mundo lleno de perversidades
qué es eso que por tus piernas recorre
no recuerdas nada, sientes un dolor inmenso bajo tu vientre
estás aturdida, con las manos atadas y los ojos vendados.
Intentas decir algo
sale un grito ahogado
sientes miedo ¿Qué pudo haber pasado?
Yo sé que te lo imaginas
pasos a lo lejos se aproximan
un horror inmenso invade tu corazón
ayuda, le pides a Dios.
La puerta se abre
tu imploras compasión
Una voz ronca y tosca te responde, te toma a la fuerza
tu débil cuerpo de tanto maltrato hace su último intento
luchas con fuerza, él es más grande, tus débiles piernas intentan golpearlo, tus delicadas manos ensangrentadas intentan arañarlo.
Tus intentos son grandes, en ese momento eres más fuerte de lo que imaginaste
no puedes más, tu mente se apaña, tu corazón se calma
pero tu alma persiste, sabes que es lo último.
El sonido de una pala contra la tierra se escucha
cae un bulto al fondo, dos manos casi aplaudiendo se sacuden la tierra
y otra vez se escucha la pala.
En esta ocasión decidió enterrarte
la anterior fue al mar
la siguiente quizá use el fuego.
¿Y qué culpa tenías?
mi bella inocente
la misma culpa que tenemos todas
ser mujer.
Sueños de Escritora.
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