-Por una parte, como decimos, nos proporciona la gratísima ocasión de recibir a quienes son parte de la familia. hijos, nietos, nueras, yernos, hermanos, primos, sobrinos, y quien sabe a cuantos más de la raza; y por otra, saludar y convivir con amigos y conocidos con los que nos encontramos en la calle, en el parque, o de repente en el rincón de una cantina.
-Lo cierto es que durante la referida semana, conocida también como mayor, tenemos la oportunidad de platicar largo y tendido con cuantos podamos hacerlo y de tantas cosas, hacemos recuerdos de aventuras, de anécdotas, y por supuesto, de las diferentes épocas vividas, incluyendo la presente, y en no pocas ocasiones, de acompañar tan amenos momentos, de unos cuantos traviesos que se encargan de ponerle mayor sabor al encuentro.
-Total que aparte de venir a cumplir con un compromiso previamente adquirido por la devoción y el respeto al acontecimiento que se rememora, los paisanos acuden al llado de la tierra - a veces acompañados de algún invitado, o de varios, para venir a distraerse y disfrutar de un merecido descanso en el que indudablemente empiezan a pensar con suficiente anticipación, aunque a veces lo disponen al chilazo como se dice en nuestro caló popular.
-Lo triste de todo este jolgorio, de todos estos días de jarana inolvidable, de recogimiento y concentración, es cuando llega a su fin, al momento de despedirse y decirle adiós a la familia, a las amistades, al pueblo todo; qué duro es ese instante, para los que se van y para los que se quedan; ese adiós que puede ser para siempre o para pronto, tan lleno de abrazos cariñosos y sinceros, de lágrimas y suspiros, pero también de risas y promesas.
-Pero ni modo, todo es parte de la visita y del recibimiento, y porqué no, también de la vida misma; así fue ayer, así es hoy y así seguirá siendo en el futuro, porque como decimos, tal acontecer no es mas que otro de los eventos que se dan en el transcurrir de la existencia, de nuestra idiosincracia de tonecos y de seres humanos.
San Antonio Huista, Huehuetenango, Guatemala
Escrito el 28 de marzo de 2016
18 de abril de 2019
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