No desprecies nada por insignificante que parezca. Insignificantes granos de arena, forman montañas; pequeñas gotas de agua, el mar; muchos momentos, la vida; el apenas perceptible llanto de un niño le dio a los judíos un gran legislador (por ahí leímos algo así).
Muchas personas le restan importancia o valor a lo pequeño o aparentemente insignificante, inservible o inútil, pero por pequeño e inservible que parezca algo, puede tener en determinado momento, una gran trascendencia para la vida de una persona, de un pueblo, de una nación.
Una sola palabra puede terminar con una vieja y gran amistad, provocar un serio problema, ser motivo de gratitud, resolver un conflicto o establecer una provechosa relación.
La omisión de una coma puede cambiar totalmente la interpretación de un mensaje o su significado.
La falta de una aspirina puede hacerle pasar una mala noche y hasta ocasionar la pérdida de una vida.
Un minuto puede determinar la obtención o pérdida de un campeonato deportivo o de un triunfo cualquiera, la pérdida o salvación de una vida.
Por un centímetro se gana una carrera, se puede armar un pleito o se tiene que rehacer un trabajo.
Un breve saludo puede dar lugar al nacimiento de una gran amistad o a la consecución de algo valioso.
El piquete de un mosquito puede provocar una gran infección, el el descuido del más mínimo detalle puede echar a perder todo un hermoso proyecto, una inocente sonrisa puede dar lugar al nacimiento de un gran amor.
¿Se da cuenta entonces de que no debemos desestimar ni restarle valor a lo pequeño, a lo que aparentemente carece de importancia? Por la falta de cinco centavos no pudo comprar una medicina, por atrasarse un minuto lo dejó la camioneta. Así que cualquier cosa por pequeña que sea, puede en un momento dado, cambiar totalmente nuestro destino.
San Antonio Huista, Huehuetenango, Guatemala
11 de abril de 2019
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