El Arte y la Ciencia
El día de hoy quiero hacer tan solo un breve comentario de un tema que ahonda mucho más profundo en mi ser y que probablemente ameritaría muchos libros para analizarlo. Arte y Ciencia, ¿por qué tan divorciados?, pareciera ser que están separados por un muro tan grande como lo está la ciencia de la religión, y a mi parecer es la ciencia la que pone tantas barreras, pues el arte vaya que puede mezclarse armónicamente con la religión, pero con ese ser frío y oscuro que es la ciencia, con algunas verdades tristes y otras inútiles, la fe y la belleza no parecen poder acompañarle. En busca de la verdad pura, los científicos y académicos muelen y digieren una y otra vez el conocimiento hasta obtener su pureza, alejándolo tanto de la realidad vital humana, del calor y del sentimiento, que al final termina siendo un conocimiento incompleto, cercenado.
Comento todo esto porque estoy a las puertas de escribir mi Tesis de Maestría, y mientras más se eleva uno en esta escalera del conocimiento, más frío y oscuro me parece tal mundo del saber, concentrado tanto en las formas, concentrado en el método, un método ya tantas veces digerido, que ya viene siendo la degeneración de la degeneración del método científico original, que tantos avances y tanto orgullo ha dado a la humanidad, pero poca virtud, felicidad y belleza, hoy debería avergonzarnos. Hace un tiempo, en enero del 2017 encontré similares opiniones en el Doctor Daniel Matul, en su discurso de apertura para las Maestrías, basándose en la cosmología maya, pero me asombra descubrir también una postura similar en el filósofo alemán Friedrich Nietzche, que reconociendo la sublimidad de personajes como Kant o Hegel, se burlaba también de su oscuridad, de ser simples académicos y dar mensajes demasiado eruditos pero poco poéticos, poco ligeros. He de decir que las formas me persiguen por todas partes, y no puedo ver más que algo de estupidez humana en tantos procedimientos, normas y requisitos que nos inventamos según nosotros para hacer más eficientes, éticas y fáciles las cosas, cuando en realidad tan solo nos ponemos cadenas. Por formalismos es que los delincuentes quedan libres, por formalismos es que la gente no estudia o no trabaja, ¡por favor, si hasta para pagar nuestros impuestos en la SAT hay que hacer cola, no para que nos paguen, para nosotros pagar! De la misma manera, las normas del método limitan la creatividad del ser humano, el artista que se lleva dentro, porque somos naturalmente creadores, y creamos por inspiración.
Es quizá esta una de las razones por las que a mucha gente no le gusta el estudio, porque limita cuando lo que debería de hacer es liberar, y esto lo transmite la educación a toda la sociedad. Pienso que la ciencia debería de dar más importancia a los fondos y no a las formas, debería dar más importancia a la imaginación que al conocimiento, debería de dar más importancia a la creatividad que al método, solo así una unión entre arte y ciencia sería posible, y solo así los centros de estudio estarían llenos de gente que quiere desarrollar sus habilidades y vocaciones en libertad y plenitud, no de gente que solo busca un ascenso social y ser juez de cómo se crea el conocimiento. Si hubiese un poco más de poesía en la ciencia, si hubiese un poco más de virtud, belleza y sentimiento junto a la razón, el mundo sería un lugar mejor y el ser humano no tendría solo la ilusión de avance, sino que avanzaría.
Comentarios
Publicar un comentario