Versos que Reflejan Sentimientos en Común Parte 3.
Esa noche no pude dormir, estuve pensando todo el tiempo en que le diría a Alejandro, formulé tantos discursos en mi mente, pero ninguno me convencía, pasaron las horas y cuando me di cuenta ya eran las 5:00 de la mañana. No me sentía lista para afrontar esta parte de mi vida así que tome el teléfono y le marque a mi jefe, pidiéndole permiso para faltar ese día porque me sentía muy mal, él accedió diciéndome que no me preocupara.
Luego de eso me quede dormida, estaba segura que Alejandro me estaría esperando, pero en serio necesitaba pensar muy bien las cosas. Al despertar me prepare el desayuno, comí y volví a la cama, no tenia ánimos de nada, deseaba tanto que Carlos estuviera a mi lado, mi amor por él nunca acabaría, me duele tanto saber que él ya no esta, sin embargo tengo que salir adelante. Estoy tan sumergida en mis pensamientos, cuando de repente suena mi celular, era Alejandro, deje que sonara y luego lo apague.
Al llegar la tarde el timbre de la casa sonó, no quise ni siquiera asomarme a ver quien era, estaba segura que era Alejandro. Las horas pasaron y llego la noche, no había sentido noche tan fría y sola como aquella.
Al siguiente día me levante temprano, tome una ducha, me vestí, desayuné y me dirigí a la editorial, al llegar Alejandro estaba esperándome en mi oficina.
-Estaba tan preocupado por ti, te llame, te fui a buscar a tu casa y no supe nada de ti; me dijo Alejandro abrazándome.
-Lo siento, pase un mal día; le dije alejándome de él.
-¿Que te paso?, en serio parecía muy preocupado.
-Alejandro, tengo que hablar contigo, pero no puede ser aquí, te espero en el café del otro día a las 12:00 pm.
-Esta bien, ahí estaré.
Alejandro salio de mi oficina, me puse a hacer los pendientes que tenía, revise unos textos y hable con el encargado de la impresión del libro de Alejandro. Estuve tan ocupada que no me di cuenta de la hora, ya eran las 12:00 pm, me dirigí al café, al entrar Alejandro ya estaba ahí esperándome tan apuesto y encantador como siempre; me recibió con una gran sonrisa, me acerque a donde estaba él, lo saludé y tomé asiento. Alejandro se veía muy nervioso, así que para no darle mas vueltas al asunto comencé a hablar:
-Alejandro, el tiempo que pase antier contigo, fue muy hermoso, cuando te fuiste comencé a llorar, me sentí mal porque pensé que le había fallado a Carlos, luego encontré una cámara en donde había un vídeo de Carlos diciéndome que en serio esperaba que fuera feliz, que alcanzara mis sueños, que buscara el amor, que dejara que alguien mas me diera margaritas, que no me detuviera a pensar tanto las cosas, y es lo que estoy haciendo ahorita, sé que llevamos muy poco tiempo de conocernos sin embargo sé mucho de tu vida, se de tu dolor y todo por lo que has pasado y tú sabes gran parte de mi vida, siento como si ya te conociera desde hace mucho, quiero que lo intentemos, quiero volverme a enamorar, quiero sentirme amada de nuevo, quiero que ahora seas tú el que me de las margaritas, solo te pido que por favor no te vayas tan pronto de mi vida.
-Katerine, no sabes lo feliz que me haces, tienes razón llevamos muy poco tiempo de conocernos, pero eso no me importa, tenemos toda una vida para conocernos, y claro que quiero enamorarte, hacer que te sientas amada, quiero regalarte todas las margaritas del mundo y hacerte tan feliz como sea posible, prometo no irme de tu vida tan pronto, y amarte con cada parte de mi ser.
Alejandro se paro, me levanto, me abrazo y luego nuestros labios se encontrar por primera vez en un beso tan profundo que me llego al corazón.
Nos sentamos y seguimos hablando le conté que su libro estaba en proceso y se publicaría a finales de noviembre, se puso tan feliz pero a la vez tan triste, el dolor de perder a una hija se olvidaba.
-No sabes cuanto la extraño; dijo Alejandro con la voz entrecortada.
-Ambos sanaremos nuestro dolor, y lo haremos juntos; le digo abrazándolo.
-Vámonos de viaje.
-Me parece una idea perfecta, hoy mismo le pido permiso a mi jefe.
No sé, que nos deparará el destino, confiaré en Dios y en Carlos, alcanzaré mis sueños, seré una escritora reconocida, amaré profundamente a Alejandro, seré feliz, sanare mi dolor y ayudare a Alejandro a sanar el suyo, pero nunca me olvidaré de mi gran amor Carlos.
FIN.
Sueños de Escritora.
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