Hola amigos. El
título de esta publicación lo he tomado del título de una canción que respecto al tema ha escrito mi amigo Otto Mora. El 8 de Marzo de 2017 ha sido un día de
luto nacional, pues 43 niñas han muerto en el fuego que consumió el “hogar
seguro”, como un 8 de marzo también consumidas por las llamas en Nueva York
fueron 146 mujeres trabajadoras en 1911, ante la percepción pública ambos
eventos parecieron un cruel asesinato, al haber estado las mismas encerradas
sin justificación. Escribir letras sobre esto es muy difícil para mí, pues por
un lado hay sin duda un dolor profundo que sus lágrimas derrama sobre las
cenizas que al perderse con el viento nos hacen también perder la esperanza…, y
quizá la indignación que esto causa, merecería palabras más fuertes en contra
de los autores de un crimen, pero como jurista sé que no puedo hablar sin pruebas,
y he de confesar que no tengo pruebas de lo evidente que ha pasado ante
nuestros ojos, como pruebas tampoco tengo del genocidio de la guerra de nuestra
patria, como pruebas tampoco tengo del holocausto provocado por los nazis. Así
que solo vamos a hacerlo de suposición, supongamos entonces que a alguien le
calce el guante, plantárselo no podrá por la sangre que escurre de sus manos,
¿habrá agua bendita que pueda limpiar esa sangre?, pues dicen que el incendio
fue para encubrir oscuridades más grandes. Tenga cuidado usted que el fuego no
le ciegue, porque hay quienes también condenan la injusticia, y son culpables
también de la degradación social que tenemos, pues con corrupción o con
violencia, con acción u omisión, hacen fechorías que no llegan a la televisión,
y con apariencias se esconden bajo la falsa indignación. Es con nuestras
acciones, con el ejemplo y el honor, que podemos combatir de nuestra patria los
males, y solo entonces los ojos de nuestros niños podrán ver el futuro con
esperanza.
Yo en esta
palestra de ideas le espero siempre,
Para que debates
respetuosos conmigo usted encuentre.
Gracias por la
amable lectura de estas letras,
Su cordial
servidor: El Comandante de las Letras
VEA TAMBIÉN:
Artículo: Un Doloroso Vacío.
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