Entre La Muerte Y El Amor
Había una vez en un reino muy lejano, al cual nadie llegaba, ni conocían de su existencia solamente los pobladores de aquel reino tan precioso y lujoso, en donde todo parecía tan tranquilo y lleno de paz. Existían seres de todo tipo, la Reina, seres humanos adultos jóvenes y niños, hadas, duendes, animales, y toda criatura mágica que se puedan imaginar, entre todos estos pobladores resaltaban un joven y una señorita, la característica que les hacía resaltar era el amor, pues el amor en ese reino no existía, todos decían que eran vanidades, perder el tiempo, que eso no existía, para ellos era mejor tener valentía y riquezas que no amor en su corazón, y todo esto por supuesto se los había enseñado su hermosa Reina.
La Reina era una mujer a la cual parecía que le habían arrancado el amor de su corazón, nadie sabía quien ni porque, cuando alguien hablaba de amor enfrente de ella se enojaba tanto, así que en el reino "no existía el amor" pero para estos dos jóvenes lo era todo.
Samantha y Josué se amaban el uno al otro, eran soldados de la Reina, tenían que mantener su amor en secreto, esperaban a que el sol se ocultara y la luna saliera a resplandecer las calles oscuras del reino en especial la cueva Moon la cual era testigo de sus encuentros apasionantes y llenos de amor en donde los únicos que sabían de ella eran Samantha Josue y la luna, se amaban con locura, se acurrucaban el uno con el otro, con la esperanza de despertar al día siguiente y ser libres, libres de aclamar su amor a toda voz, pero vivían con miedo, mucho miedo de ser descubiertos, pues la sentencia para todo aquel que viviera con amor era muerte y expulsión definitiva del reino, dependía de la decisión de la Reina, la mujer moría y el hombre era expulsado o al revés.
Samantha y Josué, vivían en amor y por lo tanto debían ocultarlo, era un amor prohibido, no tenían la suficiente libertad para amar y ser amados, tampoco podían salir del reino, solamente podía salir aquel que fuese mandado por la Reina. Estaban atados, era horrible esperar a la noche para poder reencontrarse, teniendo el cuidado de no ser descubiertos, en la mañana trabajan juntos como simples compañeros.
Un día al caer la noche ambos se dirigieron a la cueva, cada quien por su lado, claro, al estar solos corrieron a abrazarse con tanta ilusión, con tanta pasión y con tanto amor.
-Amor mio, es horrible cada tiempo que paso sin ti, dijo Samantha.
-Lo sé amor, pero tenemos que ser fuertes y seguir viviendo nuestro amor a escondidas, le contestó Josué.
-Quisiera que pudiésemos ser libres, gritarles a todos que nos amamos.
-Yo también, tenemos que idear un plan para salir del reino y no regresar nunca más.
-Pero ¿y si morimos? yo no quiero estar sin ti, le dijo Samantha a punto de llorar.
-Caídos o de pie yo estaré contigo le contestó Josué y luego la besó.
Esa noche luego de amarse a la luz de la luna, idearon un plan, el plan perfecto para salir del reino.
Se encargarían de dormir a la reina por 24 horas, el tiempo suficiente para escapar, harían lo mismo con los guardias de la frontera e irían en caballo a un lugar en donde estén a salvo.
Al día siguiente, Josué fue con las hadas del reino les solicitó la sustancia que haría dormir a la Reina y a los guardias, les dijo que era mandato de la Reina, las hadas le dieron la sustancia y fue en busca de Samantha, esperarían a que llegara la noche para proceder con el plan.
Al llegar la noche, colocaron un poco de la sustancia en el vaso de agua que había solicitado la Reina, esperaron a que se lo tomara, se dirigieron a la frontera del reino en dos caballos blancos, al llegar allá noquearon a los guardias y les suministraron la sustancia por medio de una inyección, los guardias eran tres.
Cuando estaban a punto de emprender el viaje otro caballo blanco salió de la densa niebla que había,
era el caballo de la Reina.
Continuará...
Sueños de Escritora.
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