Historias de Guerra y Revolución: El Comandante Simón 3
(Esta es una historia basada en la vida real, contada por sus protagonistas y testigos. Los nombres de los personajes y los lugares donde ocurrieron los hechos han sido modificados para proteger a sus relatores)
(Segunda Parte) Solo iban él y su compañero Joaquín, debían completar la misión y llegar a su destino. Ellos conocían ya el camino casi de memoria, iban caminando por la montaña entre los árboles, luego empezaron a bajar, pues tenían que atravesar una carretera entre dos montañas. Iban casi saliendo de entre los árboles, vieron a la derecha y a la izquierda, y no divisaron que hubiese nadie transitando ni escucharon que ningún vehículo viniera, pero al tan solo dar unos pasos fuera de los árboles, dando la vuelta en una curva venía un camión militar que casi no hacía ruido, y apareció tan de repente que ni siquiera les dio tiempo de correr o esconderse…
Se enfrentaban prácticamente a una muerte segura si combatían, mientras que si trataban de huir, ante las circunstancias, era más posible que los alcanzaran, los atraparan y que sufrieran algo mucho peor que una muerte en combate. En ese momento el ingenio del Comandante Simón tuvo que ser puesto a prueba, como superior le dijo rápidamente a Joaquín que le siguiera sin vacilación. El Comandante Simón se acercó a la carretera y le hizo señales al camión para que se detuviera. No era común ver eso para los militares, los sorprendió porque estaban acostumbrados a recibir ataques del enemigo, o verlo huir, pero no aparecer en medio de una carretera y hacerle señales de parada, por ello, intrigados y con algo de desconcierto, no abrieron fuego, y se fueron deteniendo. El Comandante Simón les dijo que estaban en territorio controlado por la guerrilla, que estaban rodeados, y que no debían estar ahí, pero que habían elegido un día afortunado, que ellos no querían gastar sus municiones de momento y que por tanto los iban a dejar pasar en ese punto, pero debían continuar su ruta sin retornar, pues si regresaban abrirían fuego contra ellos. Mientras Joaquín sudaba tratando de mantenerse sereno, había tal seguridad en los ojos del Comandante Simón que el superior que iba en el camión militar no dudó de sus palabras, y aceptó el acuerdo de continuar sin agredirse por ese día. El camión volvió a hacer girar sus ruedas, y se perdió en la siguiente curva ante la vista de aquellos dos guerrilleros a quienes todavía pudieron ver por el retrovisor cómo se quedaban manteniendo la guardia en la carretera.
El alivio que sintieron al desaparecer el camión de sus vistas fue enorme, y una sonrisa se dibujó en sus rostros que apenas podían creer que habían salvado la vida en esa situación, que les habían creído. Inmediatamente se internaron de nuevo en el bosque siguiendo su ruta respectiva.
Ese es uno de los anécdotas más peculiares acontecidos durante la guerra en Guatemala, una grandiosa estratagema que no fue ingeniado planificadamente para ganar una batalla o realizar un ataque, sino improvisadamente para salvar la vida. Pero como antes fue dicho, el Comandante Simón era enviado a las más peligrosas y arriesgadas misiones, por lo que su vida estaba en riesgo frecuentemente. Como sabemos, la guerra se mantuvo hasta el año de 1996, en que se firma la paz.
El 29 de diciembre de 1996, ¿dónde estará el Comandante Simón?, ¿será parte de los desmovilizados que sobrevivieron a la guerra?, ¿será parte de los mártires caídos en combate?, ¿será parte de los desaparecidos o capturados por el ejército?, ¿acaso se mantuvo luchando hasta el final de la guerra o habrá abandonado la guerrilla? ¿estará vivo o muerto? No dejes de leer la continuación el próximo viernes.
Pintando con palabras y sueños
Desde el tintero del corazón
Comentarios
Publicar un comentario