Al bajar del avión me
pregunté ¿cómo puedo comunicarme yo con ella? Al pensar que no podía hacerlo
intenté regresar para pedirle su número pero me fue imposible, me llene de
confianza y caminé con mis dos maletas color café y mis deseos por verla,
llegue a mi hotel, este era demasiado grande, busqué mi habitación.
-Señor Santiago, el
presidente de la junta lo está esperando, me dijo una señorita
-muy desconcertado le
dije: sí claro, estoy en eso, pero no encuentro mi habitación
- estamos en el noveno
nivel, puedo ver su número de cuarto
-claro, aquí está 912
-su cuarto es este, el
que tenemos enfrente, deje sus maletas y acompáñeme
-gracias, mientras caminábamos
unos ojos azules no me dejaban pensar y no pude evitar contarlo, hoy me
enamoré
-perdón me respondió la
señorita
-sí así como lo escucha,
jamás me había pasado, el amor a primera vista no estaba en mis planes
-nadie planifica
enamorarse, es algo que se da
-pienso en qué le puede gustar,
¿los chocolates? ¿las rosas? ¿cuál será su color favorito? ¿Su favorita comida? ¿A
qué le teme? La señorita reía escuchando todas mis preguntas
-bueno, yo no podría
responder sus preguntas, pero ella sí, ¿por qué no la llama?
-no tengo su número, pero
espero que ella me llame a mí, yo le deje el mío
-seguro que lo hará, aquí
es el lugar de la reunión, y descuide no comentaré nada de esto
-gracias por su discreción
señorita
Entré a la reunión y ya
había empezado, di mis puntos de vista, duró 4 horas, salí con deseos de ver a aquella mujer, no
importa el trabajo ahora, salí a caminar esperando encontrarla, pero fue en
vano, la noche se aproximó y regrese al hotel, miraba a cada dos minutos mi
celular ¿se habrá olvidado de mí? Esa noche casi no dormí, al día siguiente
bajé a comer algo
-un poco de fruta
gracias, le dije a la señorita que me había dirigido a la reunión, decido leer
el periódico, pero me da sed, quiero agua y al intentar buscar a la
señorita.... Veo a Susan, es ¡Ella! Ojos azules, el amor de mi vida, cómo
olvidar esos ojos tan encantadores, esa sonrisa tan hermosa, esos gestos que
enamoran, era ella, corro lo más rápido que puedo ella me ve desconcertada, y
yo la veo como magia, su dulzura seguía cautivando mi corazón como el primer
momento en que la vi.
-Susan, eres ¡tú! Y en
ese momento no puedo evitar abrazarla, ella me aleja bruscamente, me dice:
-disculpa, ¿te conozco?
muy bonito!! :)
ResponderEliminarGracias por el comentario :)
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