Si no has leído la primera parte de este final te recomiendo que la leas, aquí la podrás encontrar.
Un Amor Que Me Niego A Corresponder
La Responsable De Mi Dolor
Susan
Él corresponde mi abrazo con la misma intensidad.
-Lo siento tanto, perdóname, no quise causarte tanto daño, pero es que alguien tan bueno y tan lindo como tú no puede querer a alguien como yo.
-¿Por qué? solo déjame conocerte mejor, dame la oportunidad de quererte.
-No quiero romperte el corazón Santiago.
-No me importa, ¿Cómo sabremos si esto funciona si no lo intentamos?
-Es que ni te imaginas quien soy yo.
-No me importa quien seas, solo dame una oportunidad.
-Antes necesito que hablemos hay algo importante que te quiero decir.
-Esta bien, pero mi vuelo esta apunto de salir.
-No te preocupes aún tenemos pendiente esa cita ¿no?, le digo y le muestro la nota que él me dio
-Claro responde con una sonrisa de oreja a oreja.
-Entonces te veo cuando aterrice el avión, podríamos ir a un restaurante en Amsterdam. Le digo
-Tengo una mejor idea, solo dame tu número de teléfono.
-Claro es: 30757115676.
-Nos vemos entonces, me dice y me da un tierno beso en la mejilla.
No logro evitar sonrojarme. No puedo creer lo que acabo de hacer, ahora tendré que contarle toda la verdad.
Santiago
No puedo creer lo que acaba de pasar, estoy tan feliz, Susan, mi amor no correspondido, la de la mirada dulce, estoy tan emocionado por nuestro encuentro, ahora volar no resultará tan tedioso, pues el amor de mi vida irá conmigo y ahora no es un amor no correspondido, aunque aún tenemos que hablar, no me importa lo que me tenga que decir, yo estoy seguro de que es el amor de mi vida.
Subo al avión, busco mi asiento y me acomodo, me pongo los audífonos y busco algo de música para relajarme, solo quiero que este vuelo termine ya, quiero estar con la mujer de mi vida.
Durante el vuelo Susan pasa de un lado a otro y solo me mira de reojo y sonríe yo tampoco logro evitar sonreír.
Después de varias horas no logro contenerme, me levanto de mi asiento y voy a buscar a Susan, la encuentro en primeros auxilios.
-¿Qué haces aquí? pregunta.
-Lo siento pero no podía esperar más
-Santiago esto puede afectarme en mí trabajo.
La tomo de la cintura, la acerco a mí y la beso, ella me corresponde el beso, ambos sonreímos.
En eso entra una señora que se lastimó un dedo.
-Aquí tiene señor, Susan me alcanza una pastilla, espero que sienta mejor.
-Gracias, le digo y regreso a mi asiento.
Después de aterrizar.
Llamo a Susan, él celular me manda a buzón, siento algo en el estómago, la llamo una, dos, tres, cuatro veces, no responde no sé que hacer, una tristeza me inunda, pregunto por ella en recepción, me dicen que se ha ido a casa, no lo puedo creer no puede estar pasando otra vez, intento llamarla de nuevo, ahora el celular suena apagado, mi corazón está en pedazos.
Después de varias horas buscándola mejor decido irme, tengo una familia que me está esperando.
Mi corazón se queda con esos lindos ojos azules, mi alma con ese corazón tan incomprehensible y mis recuerdos con ese dulce beso...
Susan.
Veo como Santiago se marcha después de varias horas, me parte el corazón verlo así, -Dios perdóname por hacerle esto- pienso, veo como se va y se lleva consigo mi corazón, mi alma en esos lindos ojos, solo me queda el recuerdo de sus labios con los míos unidos en ese lindo beso, y esta nota...
Salgo del aeropuerto, en el suelo hay un papel que parece algo viejo y sucio, lo tomo, al abrirlo encuentro una caligrafía tan perfecta, es la de Santiago, al parecer es un poema;
Mi querida musa
Apenas te veo y siento que ya te conozco
Apenas te hablo y siento que ya te amo
quien sería yo para adorarte de tal manera
que tus lindos ojos fueran testigos de este amar sin
frontera
Es muy apresurado de mi parte hablarte de amor
pues sólo te he visto una vez
y en mí una luz floreció
Es sin duda la mirada más dulce
el encanto más lindo
de quién fuera la dicha querida musa mía
para ser dueño de esa ternura
Me encantas cual diosa divina
que tus manos como pétalos
enciende la pasión de esta travesía
Estando en las nubes el cielo te ilumina
refleja tu mirada oh querida musa mía
refúgiame en tus brazos
ámame con tus labios
no permitas que sea prisionero de tu querer.
Oh musa amada mía
tus ojos son el cielo
y tu cuerpo mi refugio.
No lo puedo creer es un poema para mí, mi corazón se vuelve a quebrar en pedazos. Nunca me imaginé que un simple vuelo cambiaría mi vida por completo pero no podía terminar de otra forma, no podía atarlo a una vida conmigo cuando en realidad yo estoy muriendo.
Fin
Sueños de Escritora.
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