¿Qué es la gorra?
La gorra es una especie de guacal con visera, una prenda que sirve para cubrir la cabeza protegiéndola del sol y del agua, aunque algunos la usan como un objeto de adorno porque creen que les va. Esta prenda viene a sustituir al sombrero y tiene sobre éste algunas ventajas, entre las que destaca el hecho de que en caso de necesidad de quitársela, se puede guardar entre la bolsa del saco, del pantalón, de la chumpa o en una bolsa de nailon, o sea que en ese sentido es más cómoda aunque al usarla nos quememos o nos mojemos la parte desprotegida por la visera.
Existen varios estilos o formas de gorra, las hay hasta sin ese alero llamado visera que nos defiende de la intemperie, y la misma, es muy usada como complemento del uniforme de estudiantes, militares, cocineros, marineros y otros, aparte de la que usan los nenes, la de los mamelucos y otras prendas de vestir, así como la llamada pasamontañas que usaban los guerrilleros y los militares para ocultar su verdadera identidad.
Debemos aclarar también que el término gorra se utiliza como sinónimo de chiripa o casualidad, por ejemplo, se dice que un gol cayó de "gorra", que un examen en la escuela se ganó "de pura gorra" y hasta que el amigo Lipón lo emplea a cada rato cuando está con sus trangayes y ustedes tal vez lo han oído que a cada rato y por cualquier cosa le dice a otro "hijo de la gorra".
Pero además de lo anterior, la palabra gorra se emplea para designar una forma de vivir ocasional o permanente, así decimos que hay personas que viven de gorra y éstas abundan entre los bolitos, o sea que son aquellos que chupan de regalado, a costilla de los gamonales o babosos.
Esta prenda llamada gorra tiene como sinónimos los vocablos: gorro, birrete, casquete, boina, caperuza y otros más, y lo cierto es que este aditamento indistintamente usado por hombres y mujeres de todos los estratos sociales, se ha vuelto tan popular que se lo hemos puesto a niños, jóvenes y viejitos. Ahora todo el mundo quiere vivir de gorra, si no que lo digan los ladrones y secuestradores, cuyo trabajo los convierte en auténticos gorrones, que viven gracias al trabajo de otros que de plano no hicieron su dinero o sus bienes de gorra, sino trabajando duro y honradamente... y todo por la mentada gorra.
San Antonio Huista, Huehuetenango, Guatemala
Del libro: "Lo cierto es que tengo mis dudas...", páginas 49-50
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